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La cuenta secreta de Otano resquebraja el partido

La crisis de los socialistas navarros es también la crisis del Gobierno tripartito que desde mitades de 1995 gobierna la comunidad foral, y en el que siguen estando presentes, aunque en funciones, consejeros socialistas, de Convergencia de Demócratas de Navarra (CDN) y de Eusko Alkartasuna (EA).Todo comenzó el pasado 18 de junio, cuando el presidente del Gobierno foral y secretario general de los socialistas navarros (PSN-PSOE), Javier Otano, presentó su dimisión tras conocerse que, había sido titular, junto a su esposa, de una cuenta bancaria secreta en Suiza. La cuantía concreta de los fondos, de la misma es aún desconocida, dado que se halla intervenida judicialmente por un magistrado de Ginebra. Pero la reacción de la cúpula del PSOE, y en particular la de Felipe González, fue contundente. Otano tuvo que dejar el cargo de inmediato y toda la ejecutiva navarra se vio forzada a presentar la dimisión para abrir paso a una gestora: la que ahora se va.

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El hecho de ser el segundo secretario general de los socialistas navarros en presentar su dimisión por un escándalo de presunta corrupción, tras la de Gabriel Urralburu, pesó sobremanera. La Ejecutiva Federal del PSOE optó, el 24 de junio, por depositar su confianza en dirigentes con caras nuevas, que se encargarían de regenerar la vida del partido y organizar un congreso extraordinario para renovar los cargos del mismo.

Al frente de esa, gestora, el secretario de organización del PSOE, Cipriá Ciscar, nombró a un profesor de Derecho Constitucional de la Universidad pública de Navarra sin experiencia política previa: Alberto Pérez Calvo. Junto a él fueron nombrados la diputada Blanca García y un histórico del socialismo navarro, el ex eurodiputado Víctor Manuel Arbeloa, además de otros tres jóvenes militantes.,

La gestora propuso y la ejecutiva federal ratificó no participar en ninguna negociación para formar gobierno y no apoyar a ningún candidato. Así lo expusieron este verano en las rondas parlamentarias, en una de las cuales el presidente de Navarra en funciones, Juan Cruz Alli, de Convergencia de Demócratas de Navarra, sugirió que Arbeloa podría ser candidato a presidente y contar con el apoyo necesario para salir elegido.

La gestora lo tomó como "una broma de mal gusto" y expuso su decisión a los miembros del comité regional del PSN el día 20 de julio.

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Sin embargo, un amplio sector de los socialistas navarros, liderado por el diputado Carlos Chivite y el consejero de presidencia e Interior, Federico Tajadura, reunieron las firmas necesarias para convocar un nuevo comité regional extraordinario en el que se sometiese a votación la decisión de la gestora. Ese comité se celebró ayer y la gestora salió derrotada. Y el partido, resquebrajado.

"Erramos en la medida en que la mayoría del comité regional no nos ha apoyado. La dimisión es lógica. Nosotros no podíamos hacer bien una política en la que no creemos", se lamentaba anoche Alberto Pérez Calvo. Ahora, advirtió, la última palabra la tiene la Comisión Ejecutiva Federal, "y en última instancia, el Comité Federal".

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