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El general Alexandr Lébed anuncia que la guerra en la rebelde Chechenia ha terminado

"Esto es lo que hay. La guerra ha terminado". Con estas palabras rubricó el secretario del Consejo de Seguridad ruso, el general Alexandr Lébed, la firma que acababa de estampar junto al jefe del Estado Mayor de las fuerzas independentistas, Aslán Masjádov. Lébed -que regresó ayer al Cáucaso con un plan de paz aprobado por el presidente Borís Yeltsin- logró que los separatistas aceptaran aplazar hasta el 31 de diciembre del año 2001 la decisión sobre si Chechenia debe o no alcanzar la independencia. Si la paz se confirma será un triunfo de oro para Lébed.

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Aunque en principio Lébed había propuesto a los separatistas chechenos congelar durante 10 años la definición del estatuto de la república rebelde, al final la prórroga que en principio pone punto y aparte a una guerra devastadora será de cinco años. Al explicar el largo paréntesis que ahora se abre, el enviado de Yeltsin precisó: "Entonces, con las cabezas frías, aclararemos de forma tranquila y civilizada nuestras relaciones".Los chechenos han combatido fieramente por la independencia de su república durante una guerra que se inició en diciembre de 1994 con una demoledora ofensiva rusa. El conflicto, que ha provocado. la destrucción de la capital chechena, Grozni, y de otras ciudades de esta república norcaucásica, ha durado 20 meses y provocado al menos 40.000 muertos y enormes sufrimientos a la Población civil.

El acuerdo se firmó después de siete horas de conversaciones en la ciudad de Jasaviurt, en la república de Daguestán vecina de Chechenia. ".Hemos detenido la guerra y retiraremos el Ejército", declaró Lébed, que se apresuró a añadir: "Hoy puedo decir a las madres rusas que sus hijos no morirán más". En la reunión, que se celebró a puerta cerrada, no participó del lado rebelde su líder político, Zemlinján Yandarbíev.

Lébed voló al Cáucaso con una certeza. "Hoy espero dar un importante paso político, y después seguiré desarrollando el proceso de negociaciones para establecer una paz estable en Chechenia", declaró el ambicioso general al aterrizar en Majachkalá, capital de Daguestán. De allí, el secretario del Consejo de Seguridad voló en helicóptero a Jasaviurt, donde tuvo que esperar durante seis horas la llegada de Masjádov. El jefe militar checheno rechazó el ofrecimiento de volar en helicóptero y prefirió desplazarse en coche

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En su alforja de ofertas, Lébed llevaba la propuesta de crear un Consejo Administrativo formado por representantes de todos los, partidos y movimientos que existen en Chechenia y que funcionará durante el periodo de transición previo a la celebración de elecciones libres y democráticas, que tendrán que esperar al próximo siglo."No estoy inventando la bicicleta", dijo Lébed antes de la decisiva reunión con Masjádov al comentar su proyecto previo de aplazar durante 10 años la determinación del estatuto de Chechenia. "En Nueva Caledonia se decidió así, y ha funcionado", agregó. La idea de aplicar la fórmula a la que llegaron los franceses y los kanacos se debe, a juzgar por varios indicios, a VIadímir Lukín, presidente del Comité de Exteriores de la Duma Estatal y es embajador de Rusia en Estados Unidos, que acompañó a Lébed en este viaje.

El que Lukín fuera nombrado asesor del secretario: del Consejo de Seguridad significó un cambio cualitativo en el enfoque del problema checheno, en cuya solución participaban antes, a lo sumo, expertos en etnólogía, pero en ningún caso especialistas en relaciones internacionales.

Masjádov, por su parte, también se había llevado a Jasaviurt su propio documento, aprobado la noche anterior en una reunión del Comité de Defensa en la que participaron los dirigentes militares y políticos máximos de. los separatistas chechenos.

Mientras tanto, en Grozni, continuó sin incidentes la retirada de las fuerzas federales y de las independentistas. Tanto unos como otros están cumpliendo con el calendario fijado, y hoy deberán salir los últimos combatientes de la capital chechena. Sólo quedarán 270 hombres por cada parte, que forman las comandancias conjuntas encargadas de velar por el orden público en la ciudad.

Konstantín Pulikovski, el general que había amenazado con bombardear Grozni con la aviación y artillería pesada y había dado 48 horas a la población civil para huir de la capital chechena, oficialmente se encuentra de vacaciones desde ayer y ha abandonado la ciudad. Pulikovski, que la primavera pasada perdió a su hijo, un teniente, en los alrededores de Shatói, es considerado un halcón que se opone a negociar con los separatistas.

Los guerrilleros, en un gesto de buena voluntad, anunciaron ayer que no celebrarán el quinto aniversario de su declaración unilateral de independencia, que se cumple el próximo viernes. Los separatistas se limitarán a "hacer sacrificios en cada aldea en recuerdo de los fallecidos en la guerra" y "a rezar" por el fin del conflicto en Chechenia.

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