El nuevo regidor afirma que hereda un ayuntamiento "en bancarrota"

Amado Ricón, que el martes consiguió para el PP la alcaldía de Redondela (Pontevedra) gracias al apoyo de un tránsfuga que había sido elegido en la candidatura socialista, señaló ayer que se ha encontrado un ayuntamiento "en bancarrota". El nuevo gobierno municipal tendrá que arrostrar "serias dificultades" para pagar la nómina de los funcionarios y otras obligaciones correspondientes al mes de septiembre, según dijo Ricón antes de presidir su primer pleno municipal.Este pleno fue solicitado por el Grupo Socialista antes de celebrarse la moción de censura para proceder a una modificación de crédito. Sus! portavoces, así como los nacionalistas, han quitado fundamento a la alarma expresada por Ricón y atribuyen la precariedad de la tesorería municipal a la demora en la tramitación y aprobación de, los presupuestos de este año, de lo que precisamente culpan al PP por su interés "en hacer pudrir la situación para justificar su moción de censura".

Estrategia popular

La moción de Redondela es la sexta que promueve el PP en ayuntamientos gallegos en los últimos meses. En cuatro de ellos- los conservadores lograron las respectivas alcaldías: Chantada (Lugo, 4.000 habitantes), Vilariño de Conxo (Orense, 1 .000 habitantes), Paderne (La Coruña, 3.000 habitantes) y la propia Redondela (34.000 habitantes).En Melón (Orense, 1.800 habitantes), el PP hizo alcalde a un independiente, antes militante popular, destituyendo al regidor socialista. En Maceda (Orense, 3.500 habitantes) se produjo el caso más llamativo: hace dos semanas, los populares pactaron con el único concejal socialista y éste, Julio Aldemira, se convirtió en alcalde y en objeto de un expediente de su partido aún sin resolver.

Menos en Maceda, el PP ha pactado los relevos con concejales independientes. Según el edil nacionalista redondelano Carlos Pazos, todos los ediles implicados o sus familiares directos han obtenido diversos empleos a cambio de su voto en las mociones de censura.

Todas estas operaciones, a su vez, se incluirían en la estrategia del PP de ocupar el poder municipal antes de las elecciones autonómicas del próximo año. Aunque la mayoría de los municipios gallegos ya tienen color conservador, por primera vez PSOE y nacionalistas (BNG) ven posible que el PP pierda la mayoría absoluta en esos comicios. La colocación de alcaldes afines, trataría, según esa tesis, de reducir al mínimo tal probabilidad, utilizando los ayuntamientos como plataformas de captación de votos con el apoyo de los Gobiernos central y autonómico.