EL MILAGRO DEL RECIBO DE LA LUZ
Silvio Grigoletto, titular, a ojos de la compañía eléctrica, de un farolillo que se enciende en un pequeño capitel de Bassano del Grappa, en el Véneto, dónde hay una imagen de la Virgen, se ha encontrado con un recibo de la luz equivalente a 90.000 pesetas, cuando habitualmente pagaba unas 8.000. El piadoso abonado ha puesto el grito en el cielo -nunca mejor dicho- y, después de controles y protestas, ha logrado que le reduzcan la cifra a la mitad y le permitan pagarla a plazos, lo que, en su opinión, no es sino un auténtico milagro de la Madonna. Da gloria ver cómo hasta las Vírgenes se adecuan a los tiempos, en los que, igual que se insertan en el catecismo nuevos pecados, como los cometidos contra la ecología o contra el fisco, surgen también nuevos milagros, como la reducción de las facturas de la luz y quién sabe si también de la del colegio de los niños, si se solicita con suficiente perseverancia. Nunca como ahora pudo decirse lo de que a grandes males, grandes remedios.-
