BERNARD TAPIE DEBUTA COMO ACTOR DE CINE

Bernard Tapie, ex ministro, ex presentador de televisión, ex diputado, ex presidente del campeón de Europa Olympique de Marsella, ex cantante y ex especulador financiero, debuta mañana como actor de cine. Claude Lelouch estrena su última película, Hommes-femmes: mode d"emploi, en la que Tapie encarna a Benoit Blanc, un hombre de negocios cuyo truco es "no comprar lo que está en venta y poner el cartel de vendido a lo que deseas vender". Lelouch había conocido a Tapie en 1972, cuando éste daba cursillos prácticos de venta a domicilio. "Entonces ya me fascinó, era un tipo capaz de todo, con un carisma poco frecuente. Le dije: No sé cómo acabará usted, si en el Elíseo o en la cárcel, pero me gustaría que antes trabajase como actor para mí". No pudo ser hace 15 años, pero sí ahora, cuando ya ha pasado por el Elíseo en tanto que ministro y amigo de Mitterrand, y mientras espera ir a la cárcel por alguno de los varios delitos de que le acusan. La verdad es que Tapie no sorprende: nadie podía dudar de su talento de actor, pero resulta incluso algo mejor de lo esperado. Es el protagonista, junto a Fabrice Luchini, que encarna a Fabio Lini, un actor metido a policía. Blanc cree que "las cadenas del amor nunca son tan sólidas como cuando los eslabones son de oro"; Lini sostiene que "el amor sólo se paga con amor". A pesar de ello son amigos, y la película cuenta cómo se crea esa amistad. Y lo hace bien, casi tanto como Tapie pone en pie su personaje. Ahora dicen que ya le han propuesto convertirse en el Che Guevara. Quizá los platós le libren de la cárcel.