Guterres anuncia una honda reforma del actual sistema político portugués
Durante una fiesta-mitin en la región meridional del Algarve, que marca la vuelta política, el primer ministro portugués, Antonio Guterres, anunció en la noche del sábado al domingo que el Gobierno emprenderá una profunda reforma de la Constitución y del sistema político, para lo cual buscará el máximo consenso con los partidos de la oposición. Guterres aseguró que los socialistas están dispuestos a abrir un "diálogo directo" para conseguir "una verdadera reforma que concilie a todos los portugueses".
Los objetivos de la reforma del sistema político serán, en palabras de Guterres, "acabar con el monopolio de los partidos en la presentación de candidaturas, la apertura de las listas electorales a ciudadanos independientes y la creación de círculos de un solo diputado en las legislativas, de forma que cada ciudadano sepa a quien vota". El primer ministro anunció también la futura aplicación de referendos "verdaderamente democráticos" para consultar a los ciudadanos sobre las cuestiones de máximo interés nacional y una auténtica "descentralización del sistema político con la ya iniciada regionalización del país y el aumento de competencias de los municipios y las autonomías".El líder de los socialistas portugueses se propone acabar con "el imperativo constitucional del servicio militar obligatorio" y sugiere "la posibilidad de crear policías municipales". El primer ministro destacó otros tres objetivos prioritarios del Gobierno para el próximo curso político: un clara toma de postura de Portugal en el proceso de integración europea y reforzar la cohesión nacional.
Guterres alertó al país de los riesgos que puede suponer la ampliación de la Unión Europea a las repúblicas bálticas, para lo cual considera "imprescindible" que Portugal se sitúe en los puestos de cabeza de la integración comunitaria. En ese sentido, el gobernante hizo hincapié en que sería necesario entrar en la moneda única europea con la primera línea de países que cumplan los requisitos de Maastricht. El líder socialista subrayó la notable mejora de la economía que "por primera vez desde hace cuatro años crece más deprisa que la media de los países europeos", y destacó la necesidad de exigir un esfuerzo a las empresas para que aumenten su competitividad.Críticas de la oposición
Por su parte, el presidente del Partido Social Demócrata (PSD), Marcelo Rebelo de Sousa, declaró recientemente que el primer año de Gobierno socialista ha sido "un año perdido para Portugal", si bien precisó que no desea elecciones anticipadas y añadió que está dispuesto a participar en coordinar una oposición "constructiva".
Rebelo de Sousa considera prioritarias la moralización de la vida política portuguesa y la lucha contra -el desempleo. A juicio del dirigente del primer partido de la oposición, "ya es hora de que, de una vez por todas, el dinero de las empresas y de los que no son militantes termine financiando a los partidos", y exige la elaboración de "un plan de emergencia para luchar contra el desempleo, que ya fue prometido por Antonio Guterres y todavía no ha sido aprobado por el Gobierno ni presentado al Parlainento". Rebelo de Sousa está de acuerdo en consensuar con el Gobierno socialista la proyectada reforma constitucional prevista, fundamentalmente, para mejorar la ley electoral y establecer un calendario para la regionalización del país.
Por su parte, los comunistas afirman que los dos principales partidos portugueses "ocupan buena parte de su tiempo y de sus discursos en acentuar conflictos verbales, ampliar divergencias en temas accesorios y crear falsas dramatizaciones precisamente porque necesitan esconder que están enteramente de acuerdo en las grandes opciones de fondo".
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