Guerra en el Grand Slam

Yevgueni Kafelnikov, cuarto jugador mundial, tocó a rebato. Presentó un certificado médico para justificar su baja en el Open de Estados Unidos, pero declaró abiertamente que se iba indignado por el trato que había recibido de los organizadores. Kafelnikov fue relegado a la séptima cabeza de serie cuando le correspondía la cuarta por su clasificación. Como Wimbledon, el US Open, que empezará hoy en Flushing Meadows, realizó este año la designación de los cabezas de serie sin tener en cuenta la clasificación del ATP Tour.La actitud del tenista ruso fue secundada no sólo por muchos otros jugadores, entre ellos el austriaco Thomas Muster -relegado asimismo de la segunda a la tercera cabeza de serie-, sino también por el ATP Tour. Los 13 jugadores españoles participantes plantearon un boicoteo al torneo si no se restauraban los derechos saqueados a Félix Mantilla.

La presión del bloque español fue la más contundente, tras haberse conocido el abandono de Kafelnikov. Gracias a ella, Mantilla pasó a ocupar la séptima cabeza de serie -la que poseía el jugador ruso- y vio de golpe cómo su cuadro se le abría por completo. Según el último sorteo, Mantilla debía enfrentarse en la segunda ronda con el estadounidense Andre Agassi. Ahora, en cambio, tiene un cuadro asequible hasta los octavos de final.

"Mi abandono envía un mensaje muy claro: los jugadores del ATP Tour no estamos dispuestos a permitir que no se tenga en cuenta la clasificción oficial para establecer a los cabezas de serie", afirmó Kafelnikov. "Soy el campeón de Roland Garros, he ganado 10 torneos y 4 de ellos en pistas rápidas. No soy un mal jugador en este tipo de superficies. Para mí este torneo era muy importante, pero me voy porque no estoy dispuesto a aceptar esta parcialidad". El tenista ruso añadió que la organización había actuado de esa forma para favorecer los intereses de los jugadores estadounidenses.

Y lo cierto es que tres de ellos ascendieron varios puestos en la lista de cabezas de serie: Chang pasó del tercer puesto al segundo; Agassi, del octavo al sexto; y Courier, del noveno al octavo. Para los dos primeros el cambio es importante, porque al primero le impide encontrarse con el número uno mundial antes de la final y al segundo le permite no topar con los dos primeros cabezas de serie hasta las semifinales.

Muster, que en Wimbledon fue designado séptimo favorito siendo el segundo jugador mundial, se estuvo planteando también el abandono: "En Wimbledon no lo acepté [se retiró] y aquí me cuesta mucho aceptar esta injusticia. Es indignante".

Marc Miles, director ejecutivo del ATP Tour, defendió por completo a los jugadores. "No hay excusas que valgan. Es inaceptable la forma en que los organizadores han realizado las designaciones". El ATP Tour no se plantea por el momento tomar medidas, pero éste es un asunto que se debatirá en los próximos días. Una de las soluciones que adoptar sería dejar fuera del circuito a los torneos que no admitan la clasificación mundial como base para la designación de los cabezas de serie. Sería la mejor forma de salvaguardar los intereses de los jugadores. Aunque la medida podría suponer que Wimbledon y el Open de EE UU quedaran excluidos.

Hoy se iniciará un abierto norteamericano abanderado por la polémica. Pete Sampras y Steffi Graf, los dos primeros cabezas de serie, son los grandes favoritos para repetir los triunfos que ya alcanzaron el año pasado. La participación española, con 13 hombres y 7 mujeres, bate todos los récords. Pero las únicas opciones reales siguen siendo las de Arantxa Sánchez Vicario y Conchita Martínez.