Vidal-Quadras resiste y dice que sólo dejará la presidencia regional si se lo pide Aznar
Correoso, habituado a estar en el centro de polémicas y a recibir ataques, el presidente del Partido Popular (PP) en Cataluña, Aleix Vidal-Quadras, no se amilana. Cree que la consigna de renovar "liderazgos y mensajes" en el congreso regional lanzada por el secretario general, Francisco Álvavez Cascos, no le afecta. Ayer reiteró que sigue a la espera de "instrucciones directas" de José María Aznar y aseguró que las cumplirá "fielmente, como siempre". Su posición es que sólo renunciará a presentarse a la reelección regional si Aznar se lo pide expresamente.
Aleix Vidal-Quadras acusó ayer recibo de las indicaciones formuladas el pasado viernes por el secretario de Estado de Comunicación, Miguel Angel Rodríguez, cuando expresó el deseo de José María Aznar y la dirección del PP de que la renovación en su organización catalana se haga "sin traumas". En ese sentido, declaró que "coincide plenamente" con el deseo de la cúpula de que el congreso se celebre sin problemas y se proclamó dispuesto a "contribuir con la mejor voluntad" a que así sea.Pero, además de los mensajes públicos de Rodríguez y el Vicepresidente Francisco Álvarez Cascos, el presidente del PP catalán ha recibido en los últimos días, según explican sus colaboradores, el apoyo de muchos militantes y dirigentes del partido. Vidal-Quadras estima que no tiene por qué renunciar a seguir en el cargo si Aznar no se lo pide. "Yo estoy a la espera de que quien me hizo un encargo me diga ahora qué debo hacer", explicó ayer para definir su posicion.
No obstante, la pretensión de Vidal-Quadras es rebajar en lo posible el enfrentamiento con la dirección y por eso ayer quiso recordar expresamente "con emoción", dijo, "el trabajo realizado codo con codo" con Álvarez Cascos en la campaña de las elecciones autonómicas de 1995, en las que el secretario general participó como un activista más. "Aquel espíritu sigue vivo y los lazos de afecto y auténtico compañerismo creados en aquella ocasión entre él y yo nada ni nadie los podrá romper", manifestó.
El presidente del PP catalán trató el viernes con el coordinador general del partido, Ángel Acebes, la situación creada por las reacciones a su conferencia de Santander, en la que atacó duramente a los aliados nacionalistas del Gobierno y criticó la debilidad del PP ante ellos. Pero, según dijo Vidal-Quadras, no abordaron su futuro político.
Los partidarios del líder popular catalán continúan convencidos de que sólo una intervención de la cúpula en el congreso regional podría evitar su victoria en él. La tormenta política desatada por los ataques de Vidal-Quadras a los nacionalistas de CiU habría servido, piensan, para poner de relieve la existencia de condiciones implícitas, pero no escritas, en el pacto de gobernación de CiU y el PP. Éstas se centrarían, afirman, en que el PP de Cataluña se obliga a moderar su crítica a CiU.
El hecho de que el líder de Convergència, Jordi Pujol, afirmara el viernes que los ataques lanzados por Vidal-Quadras no comprometen el pacto con el PP ha sido recibido por los conservadores catalanes como una rectificación de la beligerancia con que CiU reaccionó en el primer momento.
Vidal-Quadras no prevé la eventualidad de abandonar el escenario político catalán, según aseguran sus colaboradores. Aun en el supuesto, que éstos se resisten a aceptar, de que el presidente regional sea otro tras el congreso, Vidal-Quadras seguiría siendo su punto de referencia como diputado y senador. Están convencidos, además, de que, si bien la actual coyuntura puede poner sordina a su discurso antinacionalista, las circunstancias pueden volver a ponerlo en primer plano en otro momento.
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