Yeltsin mantiene a Kulikov como ministro pese a las presiones del general Lébed
Alexandr Lébed ha perdido su primera batalla en el Kremlin: el presidente, Borís Yeltsin, no ha destituido al ministro del Interior, Anatolí Kulikov, a pesar de que el sábado éste fuera acusado de ser uno de los principales culpables de la guerra en Chechenia por el secretario del Consejo de Defensa, quien públicamente pidió su cese inmediato. Sin embargo, Yeltsin ayer habló por teléfono con Kulikov y según la agencia Interfax, le dijo que continuara ejerciendo sus funciones como titular de Interior. La negativa de Yeltsin a destituir inmediatamente a Kulikov no significa que ahora Lébed vaya a dimitir.
Ya lo advirtió el general el viernes en su conferencia de prensa: "No habrá renuncia de mi parte. Esto es una guerra [mía con Kulikov], y entonces, como en la guerra, tendré que recurrir a otros métodos".El secretario del Consejo de Seguridad no especificó de qué métodos se trata, pero algunos piensan que pueda tener materiales que comprometen al ministro del Interior y que, en su debido momento, hará públicos si no logra convencer a Yeltsin de la necesidad de desembarazarse de él.
Kulikov, por su parte, presidió ayer la reunión de la cúpula del Ministerio del Interior, a la que invitó a Lébed, pero éste continuó en plan de guerra y no aceptó la mano que se le tendía. Como era de esperar, los dirigentes del Ministerio del Interior rechazaron las acusaciones de Lébed como infundadas, mientras que Kulikov hizo declaraciones conciliadoras y expresó sus esperanzas de poder colaborar con el general en el futuro. Al mismo tiempo señaló que la evaluación de la crisis chechena realizada por el secretario del Consejo de Seguridad demuestra que éste es un "hombre nuevo" en el Cáucaso que desconoce las realidades de esa región.
Visiones opuestas
Lébed y Kulikov tienen visiones diametralmente opuestas sobre las medidas que hay que tomar en Chechenia. Mientras el primero desea el fin de las hostilidades y la retirada de las tropas rusas, el segundo es partidario de imponer el estado de excepción en la república norcaucásica rebelde, y no cree productivo "negociar con bandidos". Refiriéndose a la idea de implantar el estado de excepción en Chechenia, Alexandr Bárjatov, secretario de prensa de Lébed, declaró ayer que con ello "se intenta hacer fracasar el proceso de negociaciones en marcha".En Chechenia se volvieron a reunir ayer los jefes militares de las partes en conflicto. Los generales Konstantín Pulikovski, comandante de las fuerzas federales, y Aslán Masjádov, jefe del Estado Mayor de los guerrilleros, conversaron durante más de tres horas en las cercanías de la aldea de Nóviye Ataguí, ubicada a unos 25 kilómetros al sur de Grozni, y se pusieron de acuerdo en declarar oficialmente un alto el fuego a partir de las diez de la noche de ayer.
"Coincidimos en que no debía haber más muertes, más víctimas, y en que la paz, debe llegar a esta tierra. Yo no puedo firmar un armisticio, pero sí puedo ordenar el cese del fuego", dijo PuIikovski después de su reunión con Masjádov. El alto el fuego anterior había sida sólo un acuerdo oral, sin orden escrita a las tropas; ahora, en cambio, será oficial.
"Consideramos que estas órdenes de alto el fuego representan el. primer paso serio en el camino hacia el cese del derramamiento de sangre", señaló el general ruso. Ambas partes, según Pulikovski, también se pusieron de acuerdo en "intercambiar incondicionalmente" tanto a los prisioneros como los cuerpos de los caídos en los combates.
Masjádov y Pulikovski intercambiaron proyectos sobre la Comisión Especial de Control -que Lébed y el líder independentista Zelimián Yandarbíyev acordaron crear en su reunión del jueves pasado- del alto el fuego y sobre las zonas de responsabilidad de cada parte en Grozni. La comisión de control estará integrada, entre otras personas por los secretarios de los consejos de seguridad de Ingushetia, Daguestán y Kabarda Balkaria, con lo cual, por primera vez desde que comenzó la guerra en Chechenia, las otras repúblicas del Cáucaso del Norte participarán en la solución del conflicto.
Tregua en Grozni
Mientras los jefes militares conversaban en Nóviye Ataguí, las tropas rusas lanzaron varios ataques contra las posiciones de los guerrilleros en Grozni, según aseguró el portavoz independentista MovIadí Udúgov. "No hay orden de contraatacar. Masjádov ha dicho que los combatientes sólo deben defenderse", señaló Udúgov, agregando que los rusos quisieran que abandonasemos Grozni, pero nosotros nos hemos negado a hacerlo". Los enfrentamientos en la capital chechena, que los guerrilleros controlan en casi su totalidad, cesaron al caer la noche.Yeltsin hizo ayer un regalo a los soldados rusos que combaten en Chechenia al firmar un decreto por el cual cada día de servicio en "condiciones de conflicto armado", incluidos los pasados en tratamiento "en instituciones médicas como consecuencia de heridas, contusiones, mutilaciones o enfermedades adquiridas en cumplimientos de esas tareas", se contará como dos.
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