TARZÁN PORNOGRÁFICO
Los herederos de Edgar Rice Borrughs, el creador de Tarzán, han recurrido ante el Tribunal Federal de Manhatan contra Aristide Massaccesi, un italiano de 60 años, autor de numerosos spaghetti western a fines de la década de los sesenta, que acaba de hacer una película de CD-ROM completamente pornográfica, firmada con su pseudónimo, Joe D'Amato. Los herederos del padre del hombre mono comen de todo en cuestión de transformaciones del personaje de Borrughs, al que han visto en muñecos, dibujos animados otras cómicas sin pestañear. Pero cuando contemplaron Jungle heat, el filme de D'Amato, se les pusieron de punta hasta las ideas. Porque Tarzán no se limita a sobar leones, despistar desaprensivos buscadores de marfil, jugar con Chita o realizar acrobacias con las lianas. Tarzán se pasa la película haciendo suya a Jane en cualquier arroyo selvático, y aprovecha su desnudez -que siempre habíamos pensado que se debía a exigencias del guión- para repetir sodomías y felaciones varias debajo de cada árbol, lo cual ha horrorizado a los herederos de su padre literario, más acostumbrados a que, pese a que se paseara en perenne taparrabos y a que Jane viviese en la misma cabana, no sucediera nada irreparable. El Tarzán porno ha sido demasiado, porque no aparece tan desatado en ninguna de las 26 novelas que Borrughs hizo sobre él. Y los familiares del escritor, fallecido en 1950, no quieren oír hablar de que a estas alturas se haya espabilado. Tantos años bañándose con Jane y se da cuenta ahora de que no era una Barbie.-
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