Siete expertos destacan el gran valor de los restos

Siete expertos han dado su opinión a EL PAÍS sobre los restos hallados en la plaza de Oriente. Los vestigios de la Casa del Tesoro y del Jardín de la Reina son apreciados por todos. La mayoría es partidaria de conservarlos. También hay quien cree que los vestigios tienen sus días contados y alerta sobre los riesgos que entraña el verano. El origen de la polémica surge ante la contradictoria valoración de los dos codirectores de las excavaciones.

Este periódico ha intentado contactar con 13 especialistas (historiadores, arquitectos, arqueólogos ... ), incluido Miguel de Oriol, autor del proyecto de reforma de la plaza de Oriente. Siete de ellos han expresado sus opiniones, uno -José Sánchez Meseguer, el primer director de excavaciones de la plaza de Oriente- no se ha pronunciado y los demás no han podido ser localizados.Francisco Valdés Fernández, de 44 años, es, profesor titular de Arqueología Alabe en la Universidad Autónoma de Madrid. Quiere dejar claro que la discrepancia entre dos arqueólogos es una anécdota. Un especialista emite lo que no deja de ser "una opinión", pero son las autoridades las que deciden "si las cosas se deben conservar". "El Ayuntamiento no se puede atrincherar en el informe de un técnico", opina.

Para él lo verdaderamente importante son dos cuestiones"¿Qué se entiende por patrimonio cultural de la ciudad?" y "si estamos dispuestos a hacer cualquier cosa para construir un vil aparcamiento". Respecto al valor de la Casa del Tesoro, el Jardín de la Reina opina: "Todo es memoria histórica de Marid, que no tiene mucha. Todo merece conservarse". Y manifiesta el temor de que aprovechando el verano "pase la máquina": "Si se elimina el reo, se elimina el problema". Opina que la operación del túnel y aparcamiento es "dudosamente legal" a la luz de la Ley de Patrimonio de 1985, que protege el valor histórico de los restos, no sólo el artístico.

Juan Zozaya Stabel-Hansen, de 57 años, es subdirector del Museo Arqueológico Nacional, pero quiere dejar claro que su opinión es particular, no institucional desde el museo. Advierte de que no está muy al tanto del estado último de la excavación. Opina de la Casa del Tesoro que "tiene la suficiente historia para conservarla; lo que vi era bastate impresionante", añade. Y habría que intentarlo porque "Madrid no tiene tantas fachadas de la época", y menos de esas dimensiones. Resalta que es el último resto ("el recuerdo") del Alcázar que se incendió. Es también su relación con el antiguo palacio de los Austrias lo que le da un valor que califica de "notable". Por eso considera "violenta" la posibilidad de trasladarlo. Usando el ejemplo del Louvre, añade que "técnicamente no creo que haya problema para incorporarlo al proyecto" total de la plaza.

Virginia Tovar Martínez, de 65 anos, es catedrática de Historia del Arte Moderno de la Universidad Complutense. Visitó los restos de la Casa del Tesoro, pero no ha llegado a ver los del Jardín de la Reina. Considera que "ambos tienen gran importancia histórica". El Jardín de la Reina, junto al de la Priora, es de los primeros ejemplos madrileños de jardines de "naturaleza domesticada". La Casa del Tesoro era ".el alojamiento más prestigioso de que disponía el rey". De ahí su valor histórico. Pide la conservación, pero con una condición: "Sí, si se conserva tal como es y no se transforma", esto es, no se le da una visión del siglo XX. Para trasladar sólo considera las piezas de escultura. Convendría "conservarlas intactas", sobre todo teniendo en cuenta que el incendio del Alcázar barrió con todos los restos de la época.

Fernando Checa Cremades, de 44 años, es director del Museo del Prado, dirigió la exposición El Real Alcázar de Madrid en 1994 y es profesor titular de Historia del Arte en la Complutense. No ha visto la excavación en sí, pero considera que, si bien los restos aparecidos por ser sólo cimientos y muros " quizás no tengan valor artístico", sí tienen en cambio un "valor histórico importante". En cuanto a su conservación, la condiciona a que "no obstruya" el proyecto urbanístico total.

Pedro Navascués Palacio, catedrático de la Escuela de Arquitectura de Madrid. Critica el diseño de la plaza y se lamenta: "Ya estábamos convecidos de que las cosas no se iban a conservar, que, como en un dominó, iría cayendo una pieza sobre la otra".

Juan López Jaén, arquitecto municipal, director del Plan Especial del Conjunto Urbano de Madrid, escribe: "Los nuevos hallazgos obligan a abrir un debate; deben evitarse precipitaciones y destrucciones estivales por sorpresa... Su pérdida constituiría un presunto expolio de bienes culturales".

Ricardo Aroca, de 56 años, director de la Escuela de Arquitectura de Madrid, asegura: "Decidirán que eso no tiene importancia y lo romperán". Y añade: "Acabarán tirando el Palacio Real. Sería una buena idea: vaciar el palacio para hacer un aparcamiento". "Es un indicio del empecinamiento del Ayuntamiento", afirma, "y de la falta de memoria histórica del ciudadano; en un país civilizado, ese agujero sería la tumba del alcalde".