Sigue la polémica sobre la ubicación del cámping que arrasó la riada

La asociación de empresarios turísticos del valle de Tena, donde estaba enclavado el cámping Las Nieves, ha dirigido una carta a Jaume Sagrera, el dueño de Edelweis, el único cámping que permanece abierto en Biescas, en la que califica de calumniosas sus declaraciones sobre la inadecuada ubicación del establecimiento arrasado."Conocemos que usted no tiene la suficiente conciencia social como para colaborar conjuntamente en la promoción de la zona, en la que la práctica totalidad de establecimientos y entidades estamos unidos. También sabemos que su cámping, además de recoger sin méritos el fruto del trabajo de promoción que hacen los demás, recoge incluso el que el propio cámping Las Nieves hacía con gran esfuerzo y profesionalidad, pero lo que no conocíamos era la habilidad que tenía para ponerse en contra de todo el mundo", dice el escrito.

El presidente de la Diputación Provincial de Huesca, Rodolfo Aínsa, añadió que Edelweis "viene funcionando mal desde que comenzó su actividad. Es triste que la competencia se tenga que hacer por estos caminos". A estas críticas se sumó el alcalde de Biescas, Luis Estáun, quien se lamentó de que "alguien intente sacar provecho de esta tragedia" e invitó a que se vea el expediente del cámping Edelweis, que ha llegado a adeudar al Ayuntamiento un millón de pesetas.

Litigios

Además de dirigir Edelweis, Sagrera es propietario de la sociedad Cámpings de Europa que gestiona el Oroel, en Jaca. Como vicepresidente de la Asociación de Cámpings de Aragón, hizo unas declaraciones contra la ubicación y la licencia otorgada al de Las Nieves. Según fuentes municipales, Edelweis lleva operando más de 20 años y en ellos no ha introducido ninguna mejora en sus instalaciones.El propio Sagrera es el promotor de un recurso ante el Tribunal Supremo, que dirimirá la legalidad de una licencia municipal otorgada a un tercer cámping en Biescas en un terreno sobre la margen contraria del río Gállego y frente al Edelweis.

El largo conflicto judicial partió de la calificación del solar como una zona históricamente inundable, situada junto al cauce del Gállego. La construcción de la presa de Búbal y la canalización del río por Biescas permitieron recuperarla. Los promotores alegaron que en el valle, asentado sobre derrubios (sedimentación de piedras), la mayor parte del terreno está ganado a ríos y barrancos tras su regulación.

La Confederación Hidrográfica del Ebro informó contra este tercer cámping, por tratarse de un área potencialmente anegable, aunque dejó la puerta abierta a algún tipo de construcción estable. El Ayuntamiento de Biescas concedió en la primavera pasada la licencia para construir allí un hotel de cuatro estrellas, cuyas obras no se han iniciado.