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JUEGOS OLÍMPICOS DE ATLANTA

El fin del bipolarismo

Estados Unidos recupera su dominio, ahora incontestable ante la difuminación de Rusia

Estados Unidos ganó el mayor número de títulos y medallas en los Juegos, como se esperaba, pero sólo gracias a su dominio en la natación y el atletismo, sus dos grandes cosechas de siempre. Trece medallas en cada uno, más del 60% de su total. Ganó otros deportes, como el tenis, el baloncesto, el softbol o la natación sincronizada, pero falló en demasiadas cosas para su nivel. Rusia tampoco tuvo problemas para ser segunda, pero repartiendo mucho más sus trofeos.Atletismo. El esperado dominio de Estados Unidos fue claro en hombres, con 10 títulos y compartido con Rusia en mujeres, tres cada uno. Los norteamericanos se llevaron algún que otro disgusto, como las derrotas en 100 y 4 x 100 ante Canadá. Pero las compensaron sobradamente con las exhibiciones de Michael Johnson en 200 y 400 metros. En mujeres, de nuevo las velocistas, con la jamaicana Merlene Ottey de nuevo en desgracia, sumaron lo mismo que las mediofondistas rusas.

Badminton. Se esperaba el dominio indonesio, o el chino como alternativa, pero no tanto el surcoreano, que parece invadir casi todo. Y el danés Larsen fue la estrella al ganar en hombres e imponer su ley de número uno del ránking mundial entre toda la marea asiática.

Baloncesto. Estados Unidos dominó en el patio de su casa, pero no encantó. Ni era la novedad de Barcelona, ni el tercer Dream Team se le parecía en nada. De todas formas, Yugoslavia sólo resistió un tiempo. Entre las mujeres, más Dream Team local.

Balonmano. Este deporte sigue siendo europeo,pues incluso Dinamarca, aunque necesitara prórroga, le ganó la final femenina a Corea del Sur. En hombres, Croacia se tomó la revancha de su derrota en la final del Mundial ante Francia, y quitó a Suecia el título olímpico.

Béisbol. También se confirmó lo esperado. El triunfo cubano, aunque en la fase eliminatoria le dieron mucha guerra Nicaragua y Estados Unidos.

Boxeo. Cuba volvió a ser el mejor, con cuatro títulos de 12, aunque se llevó demasiados disgustos por el camino. Héctor Vinent, Ariel Hernández y, sobre todo, Félix Savón, fueron sus máximas estrellas.

Ciclismo. En la carretera, España ganó claramente en hombres con el oro y la plata de Induráin y Olano en la contrarreloj, mientras Francia lo hacía en mujeres con su gran estrella, Jeannie Longo, oro en la prueba en la prueba en línea y plata contra el crono. Pero Francia dominó mucho más el deporte de las dos ruedas al llevarse otros cuatro de los ocho títulos de pista.

Esgrima. Rusia, a igualdad de medallas totales, siete, entre tres de los grandes países de este deporte, sumó una más de oro, cuatro, por tres de Italia y dos de Francia.

Fútbol. La relativa sorpresa del triunfo nigeriano se consumó ante Argentina. En mujeres, las norteamericanas cumplieron el pronóstico y se confirmó la pujanza de China.

Gimnasia artística. Esta vez no hubo un país dominador como en Barcelona, porque la dispersión del países de la ex URSS dejó a Rusia mínimamente en cabeza, por delante de Ucrania, ambas con tres títulos.

Gimnasia rítmica. España metió la cabeza en la gloria superando a Bulgaria en el debutante concurso de conjuntos.

Halterofilia. La lucha URSS-Bulgaria es un recuerdo. Grecia, Turquía, con el ex búlgaro Suleymanoglu nuevamente de gran figura, y China, también con sus pesos pequeños habituales, igualaron. a Rusia.

Hípica. Nueva Zelanda ganó el concurso completo de tres días, pero después apareció Alemania en la doma, los saltos y en el concurso individual, y dominó con claridad.

Hockey hierba. Holanda y Australia, con un oro en hombres y un bronce en mujeres el primero y al revés el segundo, fueron los más destacados.

Judo. Japón acabó ganando una vez más en su deporte tradicional, pero de nuevo con muchos apuros. Sumó los mismos títulos, tres, que Francia.

Lucha. Rusia y Estados Unidos lograron tres medallas cada uno en la modalidad de libre, que dominaron claramente, lo mismo que Polonia en grecorromana. Pero los rusos, con el título de los 130 kilos en greco de su gigante. Alexander Karelin desequilibraron la balanza a su favor.

Natación. 13 medallas de oro para Estados Unidos de las 32 en disputa fue el dato elocuente de su dominio. Incluso más en mujeres, seis, porque Alemania ya es un recuerdo (su RDA) y hubiesen podido ser más de no haber surgido la sorprendente irlandesa Michelle Smith.

Natación sincronizada. Si había un deporte en que la medalla de oro estaba cantada para el anfitrión ese era el remedo de los ballets acuáticos de las películas de Esther Williams.

Pentatlón moderno. La dispersión de la ex URSS tiene estas cosas. No ganó el favorito ruso, pero si un antiguo compatriota ahora de Kazajistán.

Piragüismo. Alemania mantuvo sus viejas tradiciones de la RDA y con cuatro títulos dominó en el lago Lanier.

Remo. Australia, que se nota está preparando sus Juegos de Sydney, ganó dos títulos, como Alemania, Rumania (con sus barcos femeninos, según su costumbre) y Suiza.

Saltos. China no dejó escapar más que un título, el de plataforma masculino, que fue para el ruso Sautin.

Sóftbol. El debutante béisbol femenino no deparó sorpresas. Pese a sufrir una derrota en la primera fase, Estados Unidos mantuvo su primacía.

Tenis. Estados Unidos arrasó. Sólo se le escapó el título de dobles masculinos.

Tenis de mesa. Si en saltos dejó escapar un título, en su patio particular del ping pong China esta vez no dejó como en Barcelona que se le colara para el oro masculino el sueco Waldrier.

Tiro. Rusia, con seis medallas y tres títulos, volvió a sacar el mayor rendimiento a esta modalidad. China (en hombres y mujeres) y Alemania (en hombres) sumaron dos.

Tiro con arco. Estados Unidos, siguiendo viejas tradiciones de figuras como Darrell Pace, arrebató la mitad del pastel a Corea del Sur en el apartado masculino, pero en mujeres mandaron las asiáticas.

Vela. España, pese a haber sacado mucha menos renta que en Barcelona, donde hubo el exceso de cuatro ' oros y una plata, fue tras Brasil la gran vencedora en aguas de Savannah con sus dos oros.

Voleibol. El torneo mantuvo la jerarquía. Final masculina de los más grandes, Italia y Holanda, y triunfo cubano, campeón mundial, en mujeres, sobre China. El convidado de piedra en hombres fue una vez más el terror balcánico, que se cuela por cualquier deporte de equipo, sea baloncesto, balonmano, waterpolo o voleibol. Yugoslavia, que ya cerró a España un primer camino de los Juegos (luego fue Polonia) se llevó el bronce inesperadamente.

Voley playa. La lucha que se vaticinaba en el debú de este deporte en los Juegos entre las parejas de Estados Unidos y Brasil se estableció por separado. Los norteamericanos, con el ya legendario Karch Kiraly de pilar, ganaron en hombres y las brasileñas en mujeres.

Waterpolo. Dentro de la igualdad que hay en la élite y con el mérito de que se incorporaban por separado dos huesos como Yugoslavia y Croacia, España supo ganar a ésta última en la final y a Hungría, con quien había perdido en la primera ronda, en semifinales.

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