"Todos eran sospechosos"
"Si no me llego a tropezar, hubiera hecho dos centésimas menos". Este hombre, que pasa por ser un perfeccionista enfermizo, no desatiende los detalles nunca. Michael Johnson acababa de lograr un récord fabuloso y todavía tenía la serenidad para destripar la carrera, comentar sus objetivos y declarar que "son más importantes las victorias en los 200 y 400 metros que el récord mundial"."Bueno, mi entrenador me dijo que todos mis rivales eran sospechosos y que había que perseguirlos", comentó Johnson al preguntarle por la carrera. Luego concedió que el recuerdo de su eliminación en Barcelona fue el motor de sus hazañas. "Quería hacer historia. Cuando terminé la carrera me dije: 'Esto es lo que quiero. Esto es lo que no conseguí en Barcelona", comentó. En Barcelona, Johnson acudió como favorito para ganar los 200 metros, pero no pudo recuperarse de una intoxicación alimenticia que sufrió pocos días antes en Salamanca. "Decidí entonces que tenía que venir a Atlanta a hacer historia, a conseguir la medalla en 200 y 400 metros, algo que no había logrado nadie".
Johnson reconoció la sorpresa que le había causado la marca. "Creía que podía llegar al 19,6 o 19,5, pero nunca hasta 19,1 Ahora veo lo que puedo correr", señaló. A su lado, en la mesa, estaban Frankie Fredericks y Ato Boldon, que expresaron la impresión que les había causado la marca de Johnson. "No sé qué decir. Lo único seguro es que será un récord que durará muchos años. Dudo que ninguno de nosotros podamos acercarnos", declaró Fredericks. Boldon, tan extrovertido como siempre, señaló que la carrera de Johnson había sido impresionante. "Vi pasar un borrón azul y dije 'ahí va el tipo que va a ganar la carrera. Ahora estoy aquí, sentado junto al hombre más rápido de la Tierra, con perrriíso de Donovan Bailey".
Johnson mostró su gran respeto hacia Fredericks -"siempre ha sido un adversario muy duro"- y negó que la pista fuera decisiva en la grandeza de la marca. "La pista es muy rápida, pero no sólo en mi calle. Supongo que todas las calles son iguales". Luego se atrevió a analizar la carrera pieza por pieza. "Tuve una buena reacción en la salida, pero me tropecé en el cuarto paso, quizá porque no hice caso a mi entrenador que me dice que trabaje con los brazos. Me relajé enseguida porque me sentí muy bien. Me di cuenta que no podía ir más rápido. A 80 metros de la llegada, tenía una sensación de absoluto control sobre mi cuerpo y sobre la carrera. A cinco metros del final, sufrí un calambrazo, pero no me afectó. Fue fantástico".
Baja en el revelo 4x400
Michael Johnson, por otro lado, comunicó ayer a Ery Hunt, entrenador jefe del equipo olímpico de atletismo de EE UU que no podrá participar hoy en la prueba de relevos 4x4OO metros debido a que se encuentra lesionado. Johnson sufrió en la noche del jueves un estiramiento muscular en la pierna derecha a 20 metros de la meta en la final de 200.
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