España muere en la orilla de la plata
Holanda sacó el 50% de rentabilidad a sus seis penaltis córner y marcó tres goles
HOMBRESBolevander, el potente medio holandés de 1,85 metros de estatura y 96 kilos de peso, y un tercero del defensa de 2 metros y otros 96 kilos, Lomans, dejaron con un sabor amargo la fiesta que se había montado el equipo masculino en los Juegos. Una fiesta inesperada al principio, pero justísimo premio a su gran juego. La plata, que iguala el segundo puesto de Moscú 80, no puede ser tomada como una derrota, sino como uno de los grandes éxitos, si no el mayor, del hockey español en toda su historia. Tanto Holanda como España disputaban su primer título olímpico.La primera parte fue de poder a poder. Pudo marcar cualquiera de los dos equipos, pero los guardametas estuvieron espléndidos. Jufresa hizo hasta cinco paradas extraordinarias, con lo que su su promedio de más del 80% le colocaba en esos momentos entre los mejores del torneo. Pero su colega holandés Jansen no le anduvo a la zaga. Cuando España se estiró algo más en ataque, según su costumbre de tantear primero e ir de menos a más, el gol rondó el área rival. El rubio Xavier Arnau tuvo la primera oportunidad y la última, sobre todo, tras una preciosa jugada de todo el equipo, que no terminaron de culminar él y Usoz. Antes, fueron Cobos y Pablo Amat los que se encontraron con Jansen.
España sólo sacó un penalti córner que provocó astutamente Escarré al enviar una falta contra los pies de la defensa, pero no sólo no obtuvo beneficios, sino que a punto estuvo de costar un disgusto en el contraataque. Menos mal que allí estaba el seguro Jufresa. Holanda, que se acercó más desde el principio, tuvo dos penaltis córner a favor, pero tampoco los rentabilizó.
Nada más empezar la segunda parte, volvió a ser Jansen el que paró el gran disparo de Dinarés a la salida del penalti córner que igualaba a dos por equipo, y en casi todo, el partido. Pero no iba a ser el día de España aunque poco a poco pareció dominar el partido. Xavi Arnau no llegó por centímetros a rematar un centro desde la derecha, pero por esa misma banda se coló el psicólogo Pujol y puso a España en ventaja. La marea del técnico Forrellat parecía que podía volver a arrasar con todo.
Una colada de Veen fue cortada forzadamente por Malgosa y los árbitros en suelen pitar el socorrido penalti córner. Jufresa no pudo esta vez hace el milagro. El partido volvía a donde empezó. Apenas tres minutos después Bovelander marcó un gol idéntico y todo se puso tan cuesta arriba que el peligroso contraataque holandés, con España en busca del empate, provocó dos penaltis córner más y en el último, a falta de dos minutos, Lomans dictó la sentencia. España fue plata, algo que hubiera firmado antes de salir de España, pero aquí supo a poco.
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