¿QUIÉN DA MÁS?
El tenista Richard Krajicek, convertido en héroe nacional por ser el primer holandés que ganó el torneo de Wimbledon, va a rematar ahora la faena. La raqueta con la que consiguió el título será subastada a favor de los niños pobres de la ex colonia holandesa de Surinam. En realidad, tan altruista gesto proviene del entrenador Stanley Franker, de origen surinames, a quien Krajicek se la había regalado. La asociación benéfica que la subasta quiere asegurarse un buen precio por la raqueta, que, además de la firma de Krajicek, cuenta con la de su rival en la final, el americano MaliVai Washington. Los interesados podrán dirigir sus ofertas por escrito, y, al final, los 25 mejores postores tendrán la oportunidad de dar un último y definitivo precio.-
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