"He venido a por la medalla"

"Ya dije que venía a por la medalla. Si no, no estaría aquí. A mí me hace mucha ilusión". Miguel Induráin hace el comentario serio, impasible, algo sorprendido por la pregunta y sin el menor amago de soberbia. Induráin, pentacampeón del Tour, debuta hoy en estos Juegos en la prueba de fondo en carretera, en un circuito urbano trazado en el centro de Atlanta y donde los ciclistas deberán pedalear 221 kilómetros bajo un sol demoledor. El mismo que soportaba ayer Induráin mientras atendía, junto al seleccionador Pepe Grande, y el resto de sus compañeros -Abraham Olano, Melcior Mauri, Manolo Fernández Ginés y Marino Alonso- a un grupo de periodistas -la mayoría españoles y un par de franceses- a quienes recibió en su lugar de concentración, a 30 kilómetros de Atlanta."¿Me dáis unas gafas de sol, por favor? ¡Hace un calor en este pueblo!", exclamó el navarro. Sin la menor sombrilla, el equipo masculino de ciclismo comentó la prueba de hoy en un sitio singular: en la piscina ovalada que está situada en el patio del hotel La Quinta, un acogedor y modesto motel de carretera donde pasar la noche cuesta 40 dólares (unas 5.000 pesetas). Tranquilos los ciclistas, y tranquilo el hijo de Induráin, dormitante en brazos de su madre. La paz sólo era rota por el tráfico de una autovía cercana.Induráin participará en dos pruebas: la de hoy -que empieza a las 14.00 horas hora española, y que acabará unas seis horas después- y la contrareloj del próximo sábado, donde en principio tiene depositadas sus principales esperanzas. "No somos especialistas en ese tipo de carreras en ruta", admitió Induráin, que aseguró estar recuperado y con suficientes fuerzas. "Si llueve, el asfalto es peligroso, el circuito tiene muchas curvas y algún repecho, ya se vio el día de las chicas cuando hubo algunas caídas. Pero el circuito será bueno para la contrarreloj".

Nadie quiso despejar la identidad de los posibles candidatos al podio. "¿Si estará mejor Jalabert por haber tenido más tiempo para prepararse? No lo sé, depende de cómo se haya entrenado", dijo Induráin indiferente. La prueba de hoy agolpará a decenas de ciclistas aficionados -algunos de ellos proceden de las islas más exóticas- que podrán entorpecer el desarrollo de la carrera. No les tienen demasiado miedo: Induráin dice que normalmente caen en la primera vuelta y en los kilómetros iniciales, aunque añadió irónico: "de todas formas, supongo que sabrán ir en bici". Grande agregó que el equipo se ha aclimatado bien a la temperatura y al cambio de horario. "Tenemos que hidratamos mucho más y estar siempre bebiendo. De hecho nosotros nos habituamos mejor al calor", explicó Ginés.