España luchará por las medallas

España se jugaba ayer a cara o cruz ante Estados Unidos estar en la lucha por las medallas. Y lo logró, además, con toda brillantez. Especialmente con una espléndida defensa. Ahora, esta noche, se enfrentará en una de las semifinales a Hungría, que ganó a Grecia por 12-8. Los húngaros nos vencieron en el partido de la fase previa por un ajustado 8-7, en un encuentro que acabó con la expulsión del técnico español, Juan Jané, por protestar las decisiones arbítrales -históricamente siempre han permitido las marrullerías magiares-.El waterpolo sigue siendo un deporte en el que desaprovechar oportunidades resulta peligrosísimo. Los errores, muchas veces, no da tiempo a corregirlos y España dio una lección ayer ante Estados Unidos. Comenzó perdiendo el saque inicial, pero fue lo único, porque además sirvió como auténtico reactivo. La defensa estuvo magnífica y Estados Unidos no encontró posiciones cómodas de disparo en los primeros ataques. Gómez, en cambio, se desmarcó muy bien poco después, y batió al portero norteamericano con un precioso reverso desde la posición de boya.

España salía muy bien al contraataque y Estados Unidos ni siquiera tenía suerte, pues, poco después, estrellaba el balón en el larguero. Eran demasiadas ocasiones perdidas, porque a partir de ese momento empezaba el recital de Rollán. El portero español iba a hacer dos paradas decisivas por tiempo, lo que estadísticamente es una enormidad.

El equipo que dirige Jané sí estuvo muy atento -aunque Estiarte falló un gol increíble para su habitual seguridad, solo ante el portero- El 2-0 lo obtuvo García en una de las inferioridades norteamericanas por expulsiones temporales. El partido estaba encarrilado y en el segundo tiempo marcaron Estiarte y Sans, mientras Laster batiría por fin a Rollán. El 4-1 era casi decisivo, más aún con el día impecable que tenía la defensa española. Estiarte, incluso, aumentó la ventaja con el quinto gol en el tercer tiempo.

Aunque Oeding acortó dos veces distancias y después Arroyo marcó el cuarto, todo fue ya inútil. La remontada apareció demasiado tarde. España, la subcampeona olímpica, vuelve a oler las medallas. Los anfitriones, en cambio, deben jugar para los puestos quinto al octavo.

En otro encuentro de cuartos, Croacia ganó a Yugoslavia por 8-6. Los perdedores acusaron, sin duda, la baja de su capitán, Dejan Brdjovic, víctima de un triste suceso. Tuvo que regresar urgentemente a Belgrado debido a la muerte de su hijo a causa de un tumor cerebral. Tenía tan sólo 18 meses.