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Un comando integrista decapita a 12 trabajadores argelinos

Doce trabajadores de una empresa estatal argelina fueron asesinados a tiros y posteriomente decapitados en la localidad de Kedara, a unos 50 kilómetros al sur de Argel, cuando el autobús en que viajaban fue interceptado por un comando integrista, que disfrazado con uniformes de las fuerzas de seguridad, había levantado un falso control en una carretera comarcal.

Los obreros asesinados viajaban junto con otros compañeros en un autobús de la empresa que les conducía a la sede principal de la factoría, situada en el polígono industrial de Ruiba, uno de los más importantes del país, a unos 30 kilómetros al sur de Argel. Los miembros del comando integrista, tras detener el vehículo, subieron al mismo para escoger a sus víctimas entre los viajeros. Los escogidos -con criterios desconocidos- fueron obligados a descender del vehículo a punta de fusil para después ser tiroteados al pie de la carretera. A continuación les degollaron. Antes de partir, los guerrilleros dispararon de nuevo ráfagas contra. el autobús, provocando algunos heridos entre el resto del pasaje.

Este atentado es similar al perpetrado hace pocos meses en otra carretera cercana, a su paso por el pueblo de Dra Ben Kedda, a unos 100 kilómetros al sur de Argel, donde fue interceptado un autobús en el que viajaban trabajadores de una empresa estatal téxtil. Seis obreros perdieron la vida. En aquella ocasión, todas las víctimas pertenecían a un pueblo en el que días atrás se había registrado una matanza de integristas. Los cuerpos de los seis viajeros fueron quemados al pie de la carretera.

Ataque a las gasolineras

Pocas horas antes del múltiple asesinato de ayer eran degollados en la localidad de Jemis El Jechna, a unos 20 kilómetros al sur de Argel, dos empleados de una gasolinera perteneciente asimismo a una empresa estatal de distribución y venta de hidrocarburos, según aseguraba ayer el periódico Le Matin. En los alrededores de Argel numerosas gasolineras estatales se encuentran desde hace años clausuradas como consecuencia de las amenazas y atentados sufridos por la guerrilla integrista, que se muestra sin embargo más tolerante con las gasolineras privadas, a las que no suelen atacar.Esta serie de atentados integristas se produce en pleno proceso de diálogo del presidente de la República, Liamín Zerual, con las fuerzas políticas y sociales de Argelia, a las que trata de convencer para que apoyen una reforma constitucional que marginaría definitivamente a los partidos islamistas y permitiría después la celebración con "toda tranquilidad" de unas elecciones legislativas, locales y comunales. Estas maniobras han sido reiteradamente denunciadas por los partidos democráticos de la oposición y por el propio Frente Islámico de Salvación que, en un reciente comunicado, reclamaba el boicoteo al "falso proceso de diálogo" del presidente Zerual.

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