Dios existe
Me alegro. Me alegro de que muchos se hayan dado cuenta de que Dios no existe. Esto es, ahora es cuando de verdad, certificado por ese notario que se nombra la vida, Dios existe. ¿No se hizo Dios hombre para sufrir, hablar, hacer pipí, tener padre y madre, asistir a bodas y bautizos, y para milagrear y peregrinar y, en suma, para demostrar a los de su quinta y a los que hicieron la mili más luego, incluso a siglos de distancia, que si no te apeas del burro dijérase que fueras un burro y, llegado el tiempo, hasta por burro te tomarían? Todo ha quedado ahí; ahora, a la luz de los ojos que parpadean, tú, Miguel, ya lo sabes como nadie. Como lo sabía Dios: tienes que volver al cielo, al podio más alto del Tour quiere decirse.
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