Guadalix, en dique seco

Al pantano de Pedrezuela, a orillas de Guadalix de la Sierra (2.300 habitantes), le quedan pocos días de agua. El Canal de Isabel II ha comenzado, como todos los veranos desde hace cuatro, su total vaciado. Y es que su agua, según el Canal, se corrompe muy rápidamente con los calores estivales por la gran cantidad de algas del fondo. "Es el primero que se beben los madrileños", dicen.

"No hay derecho", replica el alcalde Antonio Jiménez, independiente. "Nos están arruinando. Somos un pueblo pegado a un pantano seco. ¿Por qué nos hacen esto todos los veranos?", pregunta.

Hace 22 años, Guadalix, para atraer turistas, levantó un puerto deportivo. Durante los primeros años logró su objetivo: centenares de veleros atracaron en los muelles. Joaquín López, su vigilante, hace memoria: "Era un lugar al que acudía la gente para pasar unas horas junto al agua, navegar o pescar. Sin embargo, durante los veranos, el agua desaparece. Los barcos se fueron. Y este año, que todos los pantonos están al 90%, vuelven a vaciarlo".

El alcalde calcula que las aguas del embalse -que estaba el lunes al 72%- se alejan un metro cada día de las orillas. En la cola del embalse ya hay que recorrer más de un centenar de metros para llegar al agua. El regidor se enfada: "Si durante décadas las aguas del embalse no se corrompieron ¿cómo es posible que desde hace cuatro años se estropeen? No tiene sentido".