"El día que ataque Zülle..."
Manolo Saiz no ha desistido. Es un hombre tenaz. Reconoce que no ha dormido dos noches cuando, en los Alpes, su equipo se puso en alerta roja. Se le vio cabizbajo, sin desesperarse por ello. Dos días más y se ha recuperado. Ahora habla de Zülle a todas horas. Vende a Zülle como una amenaza. Nadie le cree, pero no le importa predicar en el desierto: "El día que ataque Zülle lo hará para ganar el Tour". La gente le mira sorprendida y busca la clasificación. Vamos a ver, Zülle está a 8.27 minutos del liderato. Y Saiz no cede: "Atacará para ganar el Tour"."Sabemos que Zülle tiene una psicología cambiante, que necesita que todo le vaya bien para estar arriba. Ha perdido motivación unos días, pero ahora está mejor. El jueves atacó y nadie le dio relevos".
¿Un acceso de locura temporal? ¿Una forma como otra cualquiera de autoconvencerse? ¿Un ejemplo de tozudez? La solución de aquí a ocho días: Saiz ha decidido no dar por terminado el Tour.
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