Juicio contra los 'rapados' que asaltaron un bar y apalearon a un joven
La violencia ultra se sentará hoy en el banquillo. El Juzgado de lo Penal número 14 de Madrid abrirá manaña la vista contra cinco supuestos cabezas rapadas, acusados de asaltar el 22 de octubre de 1993 un bar libertario de Leganés (178.000 habitantes) y apalear luego a un joven en la calle. El fiscal solicita para los acusados Álvaro Sánchez de la Morena y Francisco Javier Prado Gutiérrez cuatro años de cárcel por los presuntos delitos de lesiones y daños; a David Alcalá Pérez y Andrés Tejero García, ambos menores de edad el día de los hechos, un año y cuatro meses, y a David Jiménez Mesa, también menor, un año de prisión.El neonazi Alvaro Sánchez de la Morena no es la primera vez que se enfrenta a un Juicio: en marzo de 1994 fue condenado, junto a otros cabezas rapadas, a ocho años de cárcel por propinar una brutal paliza en 1992 a tres jóvenes en la plaza de Antón Martín (Centro). Una de las víctimas quedó inválida.
El relato del fiscal sobre los hechos de Leganés establece que estos cinco jóvenes, vestidos con indumentaria paramilitar, atacaron a las 23.45 el bar Sánchez, un lugar frecuentado por libertarios y anarquistas. Fue un asalto en el más puro estilo neonazi: lanzaron piedras, rompieron cristales y tiraron gases lacrimógenos.
"Yo apenas pude verlos, porque estaban detrás de la barra, pero eran cabezas rapadas y no era el primer ataque que hacían contra el local. Dos llegaron a entrar en el local", señaló el lunes a EL PAÍS, Juan M., de 26 años, uno de los testigos del ataque.
Tras esta agresión, los ultras, armados con bates de béisbol, buscaron más víctimas. Y encontraron una: un joven de 24 años que andaba por la calle del río Tajo en dirección al bar.
"¡Rojo de mierda!"
"Eran unos catorce y me sorprendieron. Recuerdo que gritaban '¡Rojo de mierda! Te vamos a matar! ¡Melenas! ¡Guarro!'. Intenté huir, pero caí al suelo. Allí me patearon durante cinco minutos en la cabeza. Aquello era un tumulto", comentó a este periódico la víctima, quien, tras la agresión, perdió el conocimiento. Luego, al recuperarla, consiguió llegar a gatas hasta el bar. Tardó 80 días en sanar de las lesiones. Ahora sigue temiendo represarias por parte de las bandas neonazis.Los acusados se declaran todos inocentes y aportan testigos que aseguran que se encontraban en otros lugares a la hora de los hechos. Así, David Jiménez Mesa, hijo de guardia civil y estudiante de Derecho, tiene a su favor la declaración de dos guardias civiles del cuartel de Leganés que aseguran que esa noche llegó antes de las 23.35 al puesto.
La víctima de la paliza ha identificado a los cinco acusados en una rueda de reconocimiento. "La pena es que la policía no haya detenido al resto", comentó. El bar Sánchez cambió de manos tras el asalto. La acusación particular también se ha adherido a la petición de cárcel del fiscal.
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