Un populista que invoca el Corán
Recién confirmado en el poder con la mayoría absoluta del Parlamento, el nuevo primer ministro de Turquía, el islamista Necmettin Erbakan, se permitió ayer la licencia de atacar al líder de la oposición y jefe del Gobierno saliente, Mesut Yilmaz. Un sorprendente giro en el tradicional discurso de agradecimiento a los diputados que inquietó a algunos observadores políticos en Ankara. Erbakan sigue siendo una incógnita. Ganó las elecciones de la pasada Nochebuena con un discurso antieuropeo y ahora asegura que acatará el tratado de unión aduanera con la UE. Prometió echar a los norteamericanos de la base de Anatolia desde la que vigilan Irak, pero acaba de ofrecer continuidad a las buenas relaciones a Washington.El ministerio de Erbakan se revela día a día en un mensaje cambiante, siempre cargado de populismo y salpicado de citas del Corán. No es un recién llegado, sino un corredor de fondo que culmina como primer ministro 37 años de carrera política, aunque de la mano de la prooccidental y conservadora Tansu Çiller la principal garantía de moderación en el Gobierno turco, a la que, según sus pactos de coalición, deberá ceder la jefatura del Gobierno dentro de dos años.
Así se reescribe la historia .Erbakan era en 1974 viceprimer ministro. En su biografía oficial difundida por el Partido del Bienestar antes de las elecciones del año pasado se le atribuye el mérito de haber dado entonces la orden al Ejército turco para invadir el norte de Chipre con el fin de evitar una limpieza étnica de la población turco-chipriota. En el currículo facilitado ayer se suprime toda referencia al conflicto con Grecia.
El profesor Erbakan, que cumplirá 70 años dentro de tres meses, nació en una ciudad provinciana -Sinop, en la costa del mar Negro- en el seno de una familia de un alto magistrado turco. Antes de llegar a catedrático de la Universidad Técnica de Estambul -cuyas aulas compartió en los años cuarenta con el otro hombre fuerte de Turquía, el presidente Suleimán Demirel- se doctoró como especialista en motores en Alemania.
Se catapultó hacia el liderazgo político en los años-sesenta desde la presidencia de Unión de Cámaras de Comercio de Turquía, de donde le expulsó su antiguo amigo Demirel. Pero Erbakan pudo lograr en 1969 su primera acta como independiente por la ciudad Konia, actual feudo del islamismo en el centro de Anatolia.
Desde entonces no ha dejado de crear grupos políticos contrarios a los principios laicos del Estado fundado por Atatürk en 1923. Primero fue el Partido del Nuevo Orden, ilegalizado por el Tribunal Constitucional en 1971. Luego los militares se encargaron de enviarle a un breve exilio en Suiza, de donde regresó dos años después para constituir el Partido de Salvación Nacional, que en 1973 se convirtió en la tercera fuerza del Parlamento turco. Erbakan llegó a ser viceprimer ministro en los gobiernos presididos por el socialista Bulent Ecevit y el conservador Demirel, entre 1974 y 1977.
El golpe de Estado militar de 1980 acabó con su estrella política y le condenó al ostracismo en su propio país hasta que, tres años más tarde, resurgió como líder del Partido del Bienestar. Desde entonces ha pilotado la imparable ascensión del islamismo en Turquía, al pasar de 62 escaños en el Meclis en las elecciones de 1991 a sus actuales 158 diputados, el grupo parlamentario más numeroso, aunque sólo. representan a una quinta parte del electorado.
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