El Rey se sometió ayer a una exploración médica general en Barcelona
El rey Juan Carlos se sometió ayer a una exploración médica general en la clínica privada Sant Josep de Barcelona. El prestigioso urólogo Josep Maria Gil Vernet aseguró tras la revisión que el Monarca goza de muy buena salud. Fuentes del palacio de la Zarzuela calificaron la exploración de "chequeo normal".
Don Juan Carlos, que permaneció durante algo más de cuatro horas en el centro hospitalario, dijo muy sonriente al salir, a preguntas de los periodistas concentrados ante la clínica: "Estoy mejor que antes".Gil Vernet explicó que no existe ninguna novedad respecto al estado de salud del Rey, y que la revisión urológica había resultado de "normalidad completa". Informó que no se habían observado tampoco anomalías "clínicas ni biológicas" en las exploraciones del sistema digestivo, respiratorio y cardiocirculatorio a las que fue sometido el Monarca. Entre los facultativos que atendieron a don Juan Carlos estaba el doctor Emilio García Ibáñez, quien le revisó el oído, con resultados asimismo normales.
Gil Vernet recordó que el Rey acude desde hace 10 años a la clínica Sant Josep "cada 10 o 12 meses" para su control médico. La revisión que se hizo a don Juan Carlos fue de carácter preventivo, si bien, admitió Gil Vernet, en este caso es más compleja "teniendo en cuenta que las pruebas se realizan a la persona del Rey y la importancia de su cargo".
Tejanos y camisa de cuadros
El Monarca vestía una camisa de cuadros rojos y blancos, pantalones tejanos y una americana azul marino. Salió de la clínica con el semblante sonriente acompañado por su amigo Josep Cusí, quien conducía el automóvil Golf-GTI blanco en el que ambos abandonaron el centro sanitario. El doctor Gil Vernet, que insistió mucho en quitar importancia a la exploración, despidió al Rey en la puerta de la clínica. Don Juan Carlos fue intervenido quirúrgicamente en la clínica Sant Josep en 1985 de una fibrosis que le oprimía el uréter izquierdo y afectaba a un testículo. La fibrosis era una secuela de una fractura de pelvis que el Rey sufrió en 1983 mientras esquiaba en Suiza.
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