_
_
_
_

La adjudicación de pisos sociales cambia para primar los casos más urgentes

El Gobierno regional del PP cree que con el actual sistema de adjudicación de viviendas sociales, heredado de los socialistas, las familias más necesitadas quedan sin alojar. Ahora se destinan a casos extremos el 5% de los pisos construidos por el Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima) y no comprometidos en programas de remodelación de viejos barrios. Los populares quieren multiplicar por 10 este porcentaje elevándolo al 40% o 50%.A la fecha de hoy, 250 afectados por desahucios, mujeres maltratadas acogidas en albergues y vecinos de inmuebles inhabitables forman la lista de espera para ese 5% de urgencias. Pero los responsables autonómicos creen que en el momento en que suban el cupo llegarán otro montón de solicitudes avaladas por los servicios sociales y que ahora no se presentan ante la limitación de la oferta.

El resto de las viviendas que no son para emergencias se sortean entre solicitantes que no cobren más de 2,5 veces el salario mínimo interprofesional y que carezcan de casa en propiedad. Precisamente, el aumento del porcentaje de pisos para los más pobres restará posibilidades a estos otros peticionarios, en su mayoría ciudadanos cuya situación es menos grave aunque padezcan grandes dificultades para acceder al mercado libre de vivienda.

El consejero de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes, Luis Eduardo Cortés, reconoce que esa mengua de opciones para los menos marginados puede crear tensiones, pero justifica la decisión: "Los recursos son limitados y hemos optado por apoyar los casos de mayor necesidad porque cuando nosotros llegamos en mayo de 1995 había 400 familias en lista de espera".

"Además, con el 5%, en un caso de emergencia o catástrofe no disponemos de viviendas suficientes para alojar a los damnificados", apostilla.

Desde enero de 1995 a febrero de este año sólo 68 familias en situación extrema han conseguido vivienda por el sistema del 5%.

Otro medio centenar ha sido realojado en pisos vacíos o irregulares recuperados por el Ivima de su parque histórico de viviendas. En 1994, el Ivima recuperó 55 pisos vacíos o utilizados de forma fraudulenta. En 1995 fueron 34 y 24 en los dos primeros trimestres de 1996. Para acceder a esas pocas casas recuperadas las familias necesitadas no tienen que presentarse a ningún sorteo. Los adjudica directamente Vivienda a partir de informes sociales.

La intención del PP es perfilar en este mes su nuevo decreto de adjudicación de vivienda social, que sustituye al actual, en vigor desde enero de 1994.

PASA A LA PÁGINA 3

Otras comunidades

La Comunidad plantea eliminar los sorteos de pisos y volver al sistema de baremos

El consejero explica que el sistema de puntuación que están planteándose recuperar es el que se aplica en la gran mayoría de las comunidades autónomas. En él, los solicitantes consiguen o no piso en función de los puntos que acumulen por una serie de variables: situación de la vivienda donde habitan, número de hijos, nivel de ingresos (siempre dentro de cantidades inferiores a 2,5 veces el salario mínimo)...En la puntuación se establecerán algunos indicadores para valorar si el solicitante está o no en situación extrema: no disponer de vivienda o estar en riesgo de perderla, el hacinamiento y las malas condiciones higiénicas de la casa, problemas de convivencia, toxicomanías que se remontarían mejor de disponer de un hogar...

Otro de los propósitos de los populares es que esos pisos para casos extremos puedan adjudicarse de forma inmediata. Los afectados tienen ahora que esperar a que haya un sorteo de viviendas, presentarse y, si no salen beneficiados en la adjudicación general, entonces optan al 5%. Existe una excepción: que les adjudiquen uno de los pisos vacíos o sometidos a irregularidades recuperados por el Ivima.

El Gobierno de Ruiz-Gallardón considera poco operativo tener que esperar a un sorteo cuando se está planteando el alojamiento de personas con urgentes carencias.

Con este cambio, el PP retorna, en parte o en su totalidad, al sistema de adjudicación de vivienda por puntos que existió hasta enero de 1994, cuando el mismo Ejecutivo socialista que lo puso en marcha lo cambió por los sorteos y el cupo del 5% para situaciones urgentes.

Pero el proyecto popular tiene una diferencia con la situación de hace tres años: establece un porcentaje fijo de pisos para los casos extremos cuando antes el procedimiento único era la puntuación por tener la vivienda en ruina o por el número de hijos o ingresos.

En 1994, el PSOE eliminó las baremaciones por creer que con el sistema de puntos sólo lograban pisos sociales o los más pícaros (aquellos que tienen ingresos, pero difícilmente cuantificables por ser ilegales o no estar regulados) o los grupos más marginados, quedándose fuera obreros también con pocos medios económicos y necesitados de vivienda.

De paso, borró así una indeseable lista de espera que superaba los 10.000 apuntados aunque, dado su estancamiento y la falta de renovación de los documentos aportados, algunos de los casos estaban ya obsoletos cuando se les iba a dar solución. Los socialistas alegaban que resulta difícil decidir y explicar por qué se adjudica un piso público a quien tiene, por ejemplo, 8,91 puntos y no a quien ronda los 8,88. Creyeron más ecuánime sortear las viviendas entre todos aquellos que cumplen los requisitos básicos exigidos y destinar el 5% a los sectores marginados.

El PP considera, que, a menudo, la gente más marginalizada no se entera de que hay sorteos de vivienda social y no se apunta a ellos por lo que sólo les queda acceder a ese pequeño porcentaje de pisos recuperados, y eso si acceden a los servicios sociales municipales o a los del propio Ivima.

El Ivima regenta unas 90.000 viviendas sociales en la Comunidad de Madrid, la mitad heredadas del franquismo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_