Del Olivo a la higuera
El viejo Partido Comunista Italiano (PCI), dirigido, por su último secretario, Achille Occhetto, dio paso al Partido Democrático de la Sinistra (PDS) tras un largo e intenso debate interno y público en el cual, descartando cualquier tipo de transformismo oportunista, decidieron que de la cosa naciera un partido nuevo que, sin renegar de la herencia histórica, cultural y política del PCI, pudiera abrir a la izquierda y a los trabajadores las puertas del Gobierno, bloqueadas durante décadas.Algunos creían que este pasaje fragmentaría aún más a la izquierda y la debilitaría globalmente. Pero otros muchos tiraron adelante con lo que Norberto Bobbio llamó una magnífica aventura. El emblema de la hoz y el martillo fue sustituido por una espléndida encina. Y, así fue como se empezó a decir "la quercia" (la encina) para referirse al PDS.
Y de la encina al olivo. El PDS consiguió, ya de la mano de Maximo d'Alema, articular una gran alianza, llamada L'Ulivo, integrando a diversos grupos centristas y socialistas provenientes de las explosiones de la DC y del PSI, y también a los verdes. El reciente éxito del Olivo en las elecciones italianas no, se ha encajado bien- en la parte de la izquierda española que teóricamente más debería sentirse satisfecha: Izquierda Unida.
Algunos han dicho que en Italia no venció la izquierda, porque Romano Prodi es de centro, y que lo único positivo es el avance de dos puntos de Refundación Comunista, a quien consideran el legítimo heredero del PCI por la traición del PDS, pasado a las filas de la Internacional Socialista.
Todavía no han entendido que hoy, a falta de Palacio de Invierno que asaltar (el de La Moncloa tampoco vale la pena. por dentro, según dicen), lo que le queda a la izquierda, y no es poco, es la lucha por los derechos civiles y por el Estado social, Y que esto puede hacerse desde valores morales y orígenes diversos. La amplitud de los componentes del Olivo y la conquista del centro más progresista ha sido la condición indispensable para aislar y derrotar a las derechas, sobre todo con el sistema electoral italiano, predon-finantemente de tipo mayoritario.
Además, esto no es contradictorio en absoluto con los análisis de Enrico Berlinguer, quien, tras la dramática derrota de la Unidad Popular Chilena en 1.973, teorizó la imposibilidad de realizar transformaciones sociales sin amplias mayorías, ni es completamente ajeno a su conocida propuesta del compromiso histórico.
Sin embargo, es verdad que el triunfo del Olivo y, por tanto, del PDS no significa tampoco la victoria post mórtem del PCI. Algunos veteranos políticos del PDS, como Nilde lotti o Luigi Berlinguer, no pudieron contener una exclamación de júbilo: ¡por fin!, después de 40 años!, pero fueron discretamente contestados desde el propio Olivo que la victoria no podía explicarse en clave de la vieja república.
Esta. integración de una parte del centro ha sido aprovechada por Refundación Comunista para siltuarse formalmente fuera del Olivo, pero dentro de su paraguas electoral. El pacto de desestimiento mutuo permítió a los electores más izquierdistas votar su opción sin beneficiar ni a Berlusconi ni a Fini. Por el contrario, si Fausto Bertinotti no hubiera pactado con el Olivo, se habría estrellado en el escrutinio mayoritario y habría retrocedido en el proporcional. De cajón, Rejón.
Por otro lado, ni Refundación Comunista es el único heredero del PCI, como sostiene Antonio Romero (empleado de la COPE y concejal en horas libres), ni siquiera representa a lo que fue su ala izquierda, el sector ingraiano, ni tampoco a sus aledaños, ya que Luigi Pintor, Rosanna Rosanda y otros exponentes de il manifesto se han identificado con el Olivo, y difícilmente puede considerarse continuador del PCI a un grupo que ha roto con su tradición proeuropea.
De todas formas, y al margen de la actitud que adopten con el Gobierno de Prodi, lo cierto es que Refundación no ha caído en pinzas, orillas ni sorpassos, y por ello ha contribuido con pragmatismo al triunfo común de las fuerzas progresistas.
No sólo en Italia, también en Portugal, socialistas y comunistas han batido electoralmente a la derecha buscando el entendimiento a pesar de mantener entre ellos diferencias sustanciales., ¿Y aquí? Pues nada, los del PSOE, los de IU haciendo como que están contentos y relajados. Pero uno ha tenido que regalar los bonsáis y el otro sigue sin bajar de la higuera.
Después de nuestras elecciones, la primera reunión de IU la dedicaron a tirar balones fuera: "Tímido avance", pontificó el coordinador, y su jefe de campaña, ¡y qué campaña!, precisó más: "Tímido avance imparable". La portavoz se mojó algo: "No se ha entendido nuestro mensaje". No, mujer, qué va, precisamente porque se entendió es por lo que no nos votaron. Por su parte, el diputado cunero Francesc Frutos, siempre tan unitario, le echaba las culpas a López Garrido. De autocríticas, nada, y de cambios, menos.
La verdad es que últimamente han surgido movimientos bienintencionados, como la llamada tercera vía, que quiere racionalizar el discurso político y tender puentes en la propia IU y en el conjunto dé la izquierda. Esta posición es bastante loable, aunque' me parece sumamente improbable que sea el propio Anguita quien encabece esta nueva tendencia como algunos dicen.
Lo curioso es que ni siquiera Nueva Izquierda pidió la dimisión de Julio Anguita. En Izquierda Unida, a pesar de todo nuestro golpe de laicismo, es muy delicado decir algo tan sencillo y homologado como "márchese, señor Anguita". Esto es lo lógico si hablamos de responsabilidades por la línea política (es un decir) disparatada que ha llevado a IU a perder unos años ideales para consolidarse como proyecto autónomo, pero alejado de antisocialismos primarios.
Por qué tantos miramientos si, además, Anguita siempre ha dicho que él está de paso y que detesta las poltronas (la prueba es que sólo ocupa cargos públicos desde 1979). Y debe ser por circunstancias no deseadas el que acaparase los tres puestos principales en el PCE e IU:- secretario general, coordinador general y presidente del grupo. Por si faltara poco, le acaban de hacer coordinador de áreas, que no sé qué es. Sólo le falta ser director de Mundo Obrero. Y como alguien le cuente que Lenin dirigió Iskra, veremos al pobre Miguel Bilbatua en la larga cola del Inem.
En realidad, ha ocupado tantas altas dignidades que si se retira algún día debería grabarlas, como hizo Augusto con su autobiografía Res gestae divi Augusti.
"Durante 10 años consecutivos fui miembro del Colegio Triunviral, príncipe del Senado por 40 años consecutivos. Fui pontífice máximo, augur, miembro del colegio de los quince encargados de las Sagradas Ceremonias, del colegio de los siete encargados de los Sacros Banquetes, hermano de la Cofradía Arval, Sodal Titio . y sacerdote fecial".
Lo de Izquierda Unida puede arreglarse a pesar de todo, y merece la pena intentarlo, pero el PCE es un caso perdido, y al menos yo tiro la toalla.
Han sido muchas las grandes frases de Julio Anguita, como las referidas al rayo de Júpiter, a la creatividad de Dios y otras igual de célebres, pero a la que yo le he dado más vueltas por su calado marxista es a ésta: "Algún día el alma inmortal del PCE transmigrará". La verdad es que la profecía se me escapa de tan profunda, pero en mi ánimo de interpretarla y cumplirla, y dado que no entiendo mucho de almas, daré órdenes a Cajamadrid para que mi cotización al PCE la den. por transnmigrada.
Del Olivo a la higuera... y camino del alcornoque si no espabilamos.Juan Moreno es militante de IU, ex miembro del Comité Central del PC E.
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