El prólogo reclama a los grandes

C. A.,Puede que los 9,4 kilómetros del prólogo de hoy por las calles de Den Bosch sirvan para acabar con las modas. Los últimos años sólo se hablaba de especialistas y de novedades tecnológico-comerciales sacadas al escaparate por los fabricantes de bicicletas. Este año, en cambio, el especialista que quedaba -Chris Boardman- dice que ha subido un peldaño en su carrera y que el prólogo será una etapa más, y los fabricantes se han conformado con un cambio de imagen de las herramientas. En la lista quedan los grandes, Boardman incluido: Induráin, Zülle, Rominger, Berzin y Olano.Con prólogos de cinco kilómetros o así, al Indurain de los últimos anos, el menos explosivo, no le daba tiempo ni a calentar. Con 10 kilómetros la cosa cambia ligeramente. No sólo porque el navarro tendrá mas distancia para poder rendir, sino también porque se verá obligado a ello: puede empezar a haber diferencias entre los favoritos. Induráin ya ha ganado dos prólogos del Tour -en 1992 y 1993-.

Más cercano, sin embargo, debería estar de Zülle -si no llueve como hace un año en Saint-Brieuc o como ayer mismo en Den Bosch-, el corredor quizás más cómodo para esta distancia. Y también el ciclista que más méritos ha hecho para ganar esta prueba de orgullo y de demostración psicológica y aún no lo ha conseguido. , Rominger superó a Induráin en el prólogo de la última Dauphiné. Pero esa, referencia apenas sirve, porque entonces contó con una dura cuesta a favor de su cuerpo más pequeño. Diez kilómetros es una distancia que juega en su equipo: un esfuerzo corto ligeramente mantenido para el que no entran las capacidades de resistencia y recuperación fundamentales en las contrarreloj largas de mitad de carrera. Es quizás el mejor especialista entre los grandes.

El ruso Berzin ha hecho de las contrarreloj su único orgullo esta temporada: todas sus victorias se han dado en cronometradas, incluyendo largas -Giro-, medianas -Tirreno-Adriático y Vuelta a Suiza- y cortas -prólogo de Suiza- Su candidatura es la mejor avalada.

Y la de Abraham Olano -ganó el prólogo de la última gran vuelta que dísputó y el del Tour de Romandía-, pero con una pequeña diferencia: una victoria en el prólogo incrementaría las expectativas sobre sus posibilidades. Lo que no desea.