Un talonario con 30.000 millones

El mercado del fútbol se ha disparado. La llegada de dinero nuevo fruto de los multimillonarios contratos de televisión ha puesto en los despachos casi 30.000 millones de pesetas, 15.000 más que el año pasado. Los clubes se han lanzado a la caza masiva de jugadores con la ventaja adicional de que la sentencia Bosman ha abierto las fronteras.Los clubes de Primera División esperan más de 29.000 millones por sus derechos de televisión. Ese dinero está asegurado como mínimo para las seis temporadas siguientes. Algunos equipos, los que han firmado por Canal +, ya disponen en sus arcas de anticipos en efectivo por importe de unos 5.000 millones, aproximadamente el 60% del contrato. Los clubes que se han comprometido con otras televisiones han obtenido la promesa de recibir en las próximas fechas un porcentaje a cuenta de sus contratos. Los documentos de los acuerdos sirven también en los bancos para buscar avales, créditos o leasing.

Los presidentes, con los bolsillos llenos, se han lanzado a gastar. El Real Madrid dio el pistoletazo de salida a pesar de su complicada situación. Los 12.000 millones de números rojos no le han impedido gastarse hasta el momento 4.000 millones en fichajes, la tercera parte de las inversiones que el resto de los 21 equipos de Primera ha realizado hasta ahora. El Madrid, por un solo jugador, Mijatovic, va a pagar 1.400 millones de pesetas, cifra que hasta ahora no había alcanzado ningún club.

El secretario técnico del Sevilla, Rosendo Cabezas, uno de los expertos que mejor conocen el mercado del fútbol, opina que el caso del conjunto madridista no debe tomarse como regla general. "Lo que ha hecho el Madrid es un espejismo", explica. Sabino López, director general del Celta, ratifica esta teoría: "Si no hubiese tanto dinero, el mercado se movería igual que otras temporadas, pero pagando menos". Otros dirigentes advierten del peligro de una huida hacia adelante, deslumbrados por la lluvia de millones. Uno de ellos es Luis Uranga, presidente de la Real Sociedad, club con uno de los balances más equilibrados y saneados. "Los números de televisión están afectando psicológicamente a más de uno [club]. En algunas entidades se han deslumbrado por las cantidades y se imaginan que tienen tanto y tanto... Al final resulta que es pan para hoy y hambre para mañana".

"Los clubes han de tener prudencia". Es el consejo no de un dirigente sino del intermediario Miguel Santos, uno de los agentes que más jugadores mueven. "Hay mucho ruido de millones. Las televisiones están marcando el ritmo. En diciembre puede haber ya algún disgusto".

Rosendo Cabezas reconoce que el fútbol español vive una situación especial gracias a la televisión. "Este dinero fresco", dice Cabezas, "ha conseguido que equipos de categoría media, como puede ser el Celta, compren jugadores de dos millones de dólares (más de 250 millones de pesetas), lujo que hasta ahora sólo estaba casi limitado al Madrid y al Barcelona".

Luis Uranga y Miguel Santos coinciden en que "se han disparado los precios en el fútbol español". "No es bueno para los empresarios y tampoco para nosotros [por los intermediarios]", señaló Santos. Uranga llega más lejos al decir que "algunos se han vuelto locos". El presidente de la Real considera que se está ante un momento histórico para los clubes. "Ha llegado la hora para llevar a cabo un saneamiento económico en el fútbol. Si no se aprovecha la oportunidad, nos podemos encontrar con una enfermedad irreversible".

Cabezas tiene otra visión: "El caso Bosman ha iniciado una regresión, una caída de precios en el mercado futbolístico. "Los clubes", sostiene Cabezas, "se han inclinado por los jugadores de cero pesetas. La apertura de las, fronteras ha aumentado las facilidades para comprar en Europa y poder elegir jugadores, sobre todo aquellos que acabancontrato". En estas condiciones han comprado algunos clubes como el Barcelona a Blanc (Auxerre francés); el Valencia a VIaovic (Padua italiano) y el Oviedo al argentino Borrelli (Panathinaikos griego).