A los jugadores:

Después de perder como lo hicieron ustedes ante Inglaterra, la derrota es lo que quedará resgistrado en los libros, pero sólo cuatrogatos radiofónicos consultan esos archivos muertos. En la memoria de los espectadores, en cambio, quedará un juego digno frente a una Inglaterra desabrida y miedosa y atenazada. Quedará un gol legal anulado, también los infinitos regates latinos de Alfonso y Kiko. Es bastante, y sobre todo es lo que cuenta, Tras esta derrota resultan ustedes mucho más simpáticos, como si en ella - y no en las victorias ni en los empates mezquinos - se hubieran desmarcado por fin de su jefe.-