El 'pic-nic' de LaCubana
El grupo teatral monta el número en el Retiro y habla de su verano madrileño
ROSANA TORRES, Los atrabiliarios, descarados y siempre mágicos cómicos del grupo teatral La Cubana protagonizaron ayer uno de los mas insólitos cachondeos que se han visto en los últimos tiempos. La cita, con unas 200 personas a las- que se añadieron un buen número de mirones, fue a pleno sol, en pleno parque del Retiro, y no era ni para hablar de teatro ni de sus fantasías cinéfilas y mitómanas. Fue un pic-nic en toda regla, con mantelito de cuadros, sombrillas, cestas, ensaladas, pan con tomate, jamón y tortilla -muy rica, por cierto- de judías blancas y butifarra. A los postres agasajaron a sus invitados con todo un desfile de modas: la nueva colección de verano Gordillo Line, creación de doña Trini Gordillo, madre de uno de sus personajes más populares; Antoñito Valdivieso, alter ego de Almodóvar, a lo bruto.
El motivo de tan fausto encuentro costó averiguarlo, porque disimulaban, pero al final se logró saber: La Cubana se queda a pasar el verano en Madrid y quieren que todo el mundo sepa que su espectáculo, Cegada de amor, permanecerá en cartel. Además, del 25 de junio al 24 de agosto todas las sesiones, nocturnas, por cierto, tendrán el 20% de descuento. La Cubana, que estrenó su espectáculo el pasado 25 de enero, ha tenido desde entonces una ocupación del aforo del teatro del 96%. Ellos piensan que la ciudad puede estar muy animada en verano y ofrecen un programa de 24 horas consistente en pasear bien de mañana, acudir al "museo de las Meninas, en donde se está fresquito", desplazarse a la piscina, volver a casa, hacer una comida frugal y un siestón, levantarse al caer la tarde para darse una duchita, salir a comer un bocadillo con una limonada en una terraza antes de acudir a su espectáculo.
Pero la gran atracción del picnic-happening-numerazo-pollo fueron los modelazos de Gordillo Line, que cortaron la digestión y la melopea de sagría y cava. Moda para las clases más desprotegidas, en tonos amarillos, tan provocadores en el campo teatral. Las duras amas de casa tienen ropa para la cotidianidad, -Rufina Nieto presentó matiné en guatiné, y Lola Rancio, Vamos al súper-; los alegres chicos con perrito, su frenesí canino; locura hospitalaria es un atrevido uniforme de enfermera; la alegre bombona, todo un diseñazo para los repartidores de butano; benemérita mon amour, una versión floreada para la nueva imagen de la Guardia Civil; y así, hasta 50 trajes para divorciados con hijos, transexuales, chulos de piscina, ancianitas con glamour, novias y "periodistas que no tienen posibles, se pueden acoger a los reciclados de todo a 100".
Cegada de amor. Teatro Lope de Vega. Gran Vía, 57, metro Santo Domingo. De martes a sábado (domingo y lunes descansan), sólo en funciones de noche. De 1.000 a 3.000 pesetas.
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