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El Tribunal de Cuentas cifra en 37.046 millones las pérdidas de la sociedad de la Expo 92

La sociedad estatal que gestionó la Exposición Universal de Sevilla de 1992 perdió en sus 10 años de existencia más de 37.000 millones de pesetas, según diagnostica un anteproyecto de informe del Tribunal de Cuentas. Los expertos de este organismo, tras revisar las cuentas, niegan que hubiera un beneficio de 17.930 millones en el año 1992, como se declaraba en los balances oficiales, y calculan que, en realidad, se registraron pérdidas de 13.759 millones. Computados sus 10 años de existencia, los números rojos acumulados por la sociedad de la Expo se elevan a 37.046 millones.

El informe reprocha la alta comisión (6.500 millones de de pesetas) pagada a la firma holandesa Telemundi, en la que figuró como directivo Juan Bautista Calatayud, relacionado con la presunta trama de financiación del PSOE a través de Viajes Ceres. La comisión fue obtenida por una labor de captación de patrocinadores no suficientemente acreditada en una parte de los casos. El anteproyecto de informe destaca también los 3.200 millones de pérdidas de CRASA, entidad encargada de contratar las plazas hoteleras. El trabajo previo del Tribunal de Cuentas sobre la Sociedad Estatal para la Exposición Universal de Sevilla 92, actualmente remitido a los ex responsables del evento para que formulen alegaciones, afirma "que las cuentas anuales de 1992 no representan la imagen fiel de su patrimonio y de los resultados de ese ejercicio". Los auditores afirman que en las cuentas hay "bienes sobrevalorados, defecto de amortización, subvenciones indebidamente llevadas a ingresos y créditos de imposible recuperación no anulados". En total, frente a unos beneficios declarados de 17.930 millones, el Tribunal de Cuentas aprecia pérdidas de 13.759 millones. La cifra negativa se eleva a 37.046 desde la constitución de la sociedad, en 1982. Según el informe, "aunque Expo 92 alcanzó de forma satisfactoria el objetivo general para el que fue creada, que era la preparación y celebración de la Exposición Universal de Sevilla en 1992, los procedimientos de gestión y control aplicados adolecieron de importantes deficiencias que repercutieron negativamente en los resulta dos de la sociedad".

Desviaciones y pérdidas

El informe pone de manifiesto el "incremento constante en las inversiones previstas y en sus costes". En junio de 1987 se calculaban las inversiones a realizar hasta el 31 de diciembre de 1992 en 54.666 millones de pesetas, pero el coste real fue de 138.664 millones. Los espectáculos escénicos generaron un "enorme déficit", ya que los ingresos no llegaron a cubrir "ni el 10% de los gastos". Así, el coste de las actuaciones ascendió a 6.640 millones, frente a unos ingresos registrados de 851. De éstos, hay que descontar 199 millones de entradas gratuitas.

El informe censura severamente la jugosa exclusiva concedida a Telemundi para el cobro de comisiones por cada aportación de empresas, en metálico o especie, por el derecho a figurar como proveedor oficial, patrocinador o colaborador" de la Expo 92. El total de estos ingresos se elevó a 20.980 millones.

Por la captación de tales fuentes de financiación Telemundi cobró 6.500 millones de pesetas. El informe señala que de los 313 clientes captados, 20 los fichó la Expo y en 178 casos no se sabe quién lo hizo. Sin embargo, Telemundi cobró comisión en todos los casos, que tras una rebaja osciló entre el 20% y el 30%.

Para la firma del contrato creó una firma, Telemundi España, pero los 6.500 millones fueron facturados a través de una matriz, Telemundi Europe BV, radicada en Holanda, por lo que no contribuyó ante el fisco español. El Tribunal de Cuentas estima que si la Expo hubiera asumido directamente la captación de clientes "podrían haberse conseguido recursos equivalentes a un coste mucho menor al de la comisión de 6.500 millones".

El informe detalla que se cobraron irregularmente indemnizaciones en concepto de despido por valor de 274 millones por empleados de la Expo que fueron recolocados en su sucesora, Agesa, y se abonaron también pagas extraordinarias no previstas por valor de 600 millones.

Telemundi, con sedes en Holanda y Mónaco, resultó la más favorecida de cuantas firmas consiguieron contratos con la Expo 92. Su representante española tuvo entre los seis miembros de su Consejo de Administración a Juan Bautista Calatayud, principal responsable de Viajes Ceres. Esta sociedad, a su vez, tenía relaciones comerciales con Filesa, investigada por la presunta financiación irregular del PSOE.

Socios y accionistas muy especiales

En junio de 1987, el contrato de Telemundi negociado por el equipo del comisario de la Expo 92, Manuel Olivencia, quedó listo para la firma de Jacinto Pellón, presidente de la Sociedad Estatal Expo 92. Fuentes próximas a éste aseguran que le llamó la atención la generosa comisión pactada con Telemundi y optó por estudiar la propuesta con detenimiento."Olivencia y otros altos cargos de la Expo metieron prisa para que firmara cuanto antes", aseguran las fuentes. Finalmente, Pellón estampó su firma en el contrato el 28 de julio de 1987, junto a las del austriaco Wolfgang Stein, presidente de la matriz, Telemundi AG, con sede en Mónaco, y Carlos Garcés, presidente de Telemundi España.

Sólo un día más tarde, Juan Calatayud, hasta entonces asesor de Stein en la sombra, fue nombrado consejero de Telemundi España. Como domicilio, Calatayud consignó Castellana 141, sede en Madrid de cuatro empresas -Trade Manager, Kartel de Inversiones, Proyectos e Inversiones Inmobiliarias y Omnivideos- investigadas judicialmente por su relación con Viajes Ceres, firma que él había creado en 1987.

Stein afirma que le recomendaron meter a Calatayud, pero que no recuerda el origen de la indicación. La Expo 92, en el contrato, afirma que "en la adjudicación se han considerado las especiales características personales concurrentes en el grupo directivo de Telemundi y de su accionariado".

Al concurso de la Expo 92 para gestionar la comercialización de su marca se presentaron, además de Telemundi, las firmas españolas García Cabrerizo y Tecop Asociados. Las dos, según la Expo, fueron desestimadas por tratarse de sociedades no constituidas, dato que ambas empresas refutan con los datos del registro mercantil.

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