Rusia elige hoy entre continuar con Yeltsin o regresar a una imagen idealizada del pasado
Hoy deciden los rusos su destino, el de su país y, probablemente, el destino de Euroasia. Rusia vota hoy por continuar las reformas económicas y políticas o por dar marcha atrás, al menos en algunos aspectos. Aunque formalmente hay 10 candidatos, la elección real es entre el actual presidente, Borís Yeltsin, y el líder comunista, Guennadi Ziugánov. El primero representa la estabilidad y la continuidad de la reforma; el segundo, la vuelta a una imagen idealizada del pasado.
A pesar de que se sabe que Yeltsin y Ziugánov disputarán, probablemente el domingo 7 de julio, la final de las presidenciales, los resultados que obtendrán hoy los eliminados condicionarán su apoyo a los finalistas Cuantos más votos saquen más podrán exigir a Yeltsin o a Ziugánov, que necesitarán de sus votos para vencer en la segunda vuelta.Tras la polarización que se ve hoy en la sociedad rusa existen heridas aún abiertas y deseos de tomarse la revancha. Así se ha puesto de manifiesto esta semana en un revelador e inquietante incidente ocurrido en el Partamento ruso. Allí, la diputada comunista Tatiana Astrajánkina presentó un libro sobre el enfrentamiento de otoño de 1993, que culminó con el bombardeo del Sóviet Supremo por orden de Yeltsin. Astrajánkina completó el acto con una exposición fotográfica en la cual los retratos de algunos políticos y personajes del mundo de la cultura llevaban el rótulo de "lameculos". Bajo este insultante epíteto estaban, entre otras, las imágenes del músico Mstislav Rostropóvich, su esposa y cantante Galina Vishnévskaia, YavIinski y la d,iputada Galina Starovóitova. Ésta, ayudada por su asesor, destrozó el panel en cuestión, lo cual fue seguido por una agresión física de Astrajánkina.
Yeltsin logró ayer atacar indirectamente a su principal rival a pesar de ser jornada de reflexión y estar prohibida la propaganda electoral. Para ello, el presidente ruso aprovechó la ceremonia de entrega del Premio Estatal al director de cine Nikita Mijalkov y al escultor Ernst Neizvestny y el que ambos artistas hayan denunciado en su obra los crímenes de la era comunista. "La represión del antiguo régimen no pudo someter a los intelectuales. Al contrario, éstos influyeron decisivamente en la creación de una sociedad democrática", sentenció Yeltsin en el Kremlin.
Diez nombres y un espacio
Los votantes -alrededor de 105 millones- recibirán hoy una papeleta con 10 nombres y, al votar, deberán marcar con una cruz u otra señal el cuadrado que está frente al candidato que prefieran. La lista de candidatos, que aparece en la papeleta en orden alfábetico ruso, la abre el excéntrico multimillonario Vladímir Brintsálov, de 50 años. A este afortunado empresario, que en diciembre pasado ganó un escaño en la Duma, le encanta epatar al público, es grosero en el trato y puede servir de ejemplo del nuevo ruso maleducado.El ex presidente soviético, Mijaíl Gorbachov, de 65 años, es uno de los tres candidatos socialdemócratas. Popular en Occidente, en Rusia tiene escasos partidarios. El actual líder ruso Borís Yeltsin -que también tiene 65 años- ocupa el cuarto reglón en la papeleta. A continuación viene el derechista VIadímir Zhirinovski, de 50 años, seguido del comunista Guennadi Ziugánov, de 52. El séptimo reglón lo ocupa el carismático general Alexandr Lébed, de 46 años, que para muchos representa el hombre fuerte que puede poner orden en Rusia, sin volver al comunismo. Cierra la lista el economista Grigori Yavlinski, de 44 años que pretende ser una alternativa democrática a Yeltsin.
La papeleta rusa contiene una casilla en blanco, que si uno la marca significa que vota en contra de todos los candidatos. Los votos en contra de todos no tendrán importancia en la primera vuelta, pero téoricamente sí pueden tenerla en la segunda, ya que la ley dice que en ésta gana el candidato que obtenga la mayoría relativa de votos, siempre que no sean menos que los votos en contra de todos. Si esto ocurre las elecciones son declaradas nulas.
Mientras tanto, en Chechenia, el segundo día de votación al legislativo local y a las presidenciales rusas transcurrió con poca asistencia de los electores a los colegios. Los separatistas sostienen que estos comicios al Parlamento local violan los acuerdos firmados el lunes pasado con las autoridades federales y han amenazado con hacer todo lo que esté a su alcance para impedir su celebración, aunque todavía no se han decidido a lanzar ataques de envergadura, como lo hicieron en diciembre pasado, cuando tomaron Gudermés, la segunda ciudad de Chechenia.
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