Scotland Yard respira.
El choque entre Holanda y Escocia sólo ha dado pie a ocho detenciones, tres por embriaguez. El tan temido enfrentamiento entre seguidores de ambos equipos se convirtió, tras el partido, en fraternización en los numerosos bares y pubs de la ciudad. Es cierto que la ciudad tomó precauciones: 1.000 bobies estaban de servicio para este partido clasificado de alto riesgo.
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