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La cúpula del Ateneo prorroga su mandato con un puñado de votos

La votación de la reforma de los estatutos del Ateneo de Madrid se celebró el viernes en una reunión extraordinaria de sus socios, aunque muchos de los 5.000 miembros no acudieron, a juzgar por los votos emitidos en una tormentosa sesión. Se discutía prolongar el mandato de la junta directiva de uno a cuatro años y descartar la reunión mensual de los ateneístas. Finalmente hubo 79 votos en contra de la reforma, frente a 93 votos a favor.Mientras que la junta de gobierno da por aprobada la modificación, una considerable parte de los socios se ha quedado indignada. Para 150 disidentes, ello significaba una pérdida democrática para la institución cultural. "Hace más de tres meses que habíamos presentado 150 firmas para formar una comisión de socios que se ocuparía de la reforma. Pero la junta simplemente pasó de esta petición", explicaba ayer la ateneísta Isabel Sáenz, la primera firmante de la misiva.

El Ateneo de Madrid, fundado en 1820 y consagrado a, "difundir las verdades de la ciencia y las bellezas del arte por todos los medios adecuados", inició su crisis en julio de 1994, cuando tuvo que hipotecar parte de su patrimonio. El presidente de la galería de ilustres, Paulino García, resultó elegido en noviembre de aquel año con los votos de 134 de los 154 ateneístas que ejercieron su derecho de sufragio.

Según Sáenz, la reunión del viernes careció de procedimientos democráticos: los socios fueron informados de la misma con tan sólo tres días de anticipación. Cuando ella pidió la suspensión de la reunión por este motivo, no le concedieron la palabra. También se queja de irregularidades en la misma votación: no era en secreto, sino a mano alzada. "Nuestras normas reglamentarias dicen que para aprobar una reforma de este tipo hacen falta los tercios de los votos de los asistentes. Esto no se ha dado".

Mientras tanto, Juan Iglesias, secretario general del Ateneo, subraya la necesidad de reajuste la Ley de Asociaciones, sin la cual no se garantizan las subvenciones estatales: el Ateneo se financia en un 60% mediante cuotas, y el restante 40%, con ayudas públicas. Uno de los cambios supone que, en vez de realizar una asamblea al mes, sólo se van a celebrar dos anuales. "De todas formas, a esas asambleas mensuales solían venir como 15 personas. Me parece más eficaz realizar menos reuniones, pero con más participación", subraya Iglesias.

Algunos de los socios temen por sus posibilidades de participación democrática y no poder controlar el trabajo de la junta. "Somos conscientes de la necesidad de poner al día los estatutos. Tampoco queremos juzgar a la presidencia. Lo Único que pedimos es que se proceda con medidas democráticas", dice Isabel Sáenz.

Debido a ello, la ateneísta ha reunido otra vez firmas para la anulación de los resultados de la votación.

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