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La policía francesa desaloja la catedral de Bayona y detiene a los etarras deportados

Aurora Intxausti

La policía desalojó ayer por la fuerza a los activistas de ETA que permanecían encerrados desde el lunes en la catedral de Bayona (Francia). Diez de ellos habían vulnerado su deportación en países de África y Suramérica al regresar ilegalmente a territorio francés. Agentes de la Gendarmería cercaron durante 24 horas los alrededores de la catedral, en la que, además de los diez deportados, se habían refugiado otros dos miembros de ETA confinados por las autoridades francesas y un grupo de familiares. Entre los encerrados estaba Sabino Euba, Pelopintxo, ex responsable de finanzas de la banda terrorista, en paradero desconocido desde hacía seis meses. A la 1.30 de hoy permanecían arrestados al menos nueve de los diez deportados. Uno de ellos, José María Pagoaga Gallastegui, podría haber sido entregado anoche a las autoridades españolas.

Un comisario y 30 agentes de policía vestidos de paisano irrumpieron a las seis de la tarde de ayer en el interior de la catedral y obligaron a los encerrados a abandonar el templo, tras separar a los ciudadanos franceses de los españoles. Éstos fueron trasladados después a la comisaría, hacia donde se dirigió también un grupo de jóvenes que, provistos de piedras y objetos contundentes, originaron incidentes en los alrededores.La policía judicial de Bayona, tras comprobar que tenían la documentación en regla, puso en libertad a los familiares y simpatizantes de los etarras. Sin embargo, al menos nueve de los diez deportados permanecían anoche en las dependencias policiales. Uno de los detenidos, José María Pagoaga Gallastegui, fue trasladado a otro lugar, sin que la policía haya informado de su destino. Fuentes nacionalistas señalaron que podría haber sido entregado a las autoridades españolas en la frontera, informa Efe.

Herri Batasuna culpó a los Gobiernos de Madrid y París del "asedio" a los deportados y calificó al ministro del Interior español, Jaime Mayor Oreja, y al consejero vasco Juan María Atutxa de "nuevos genocidas".

El obispo de Bayona, Pierre Moleres, permitió que los activistas de ETA deportados y sus familiares iniciasen el pasado lunes una huelga de hambre y un encierro en la catedral, aunque ayer matizó que la protesta no contaba con su adhesión. La detención de todos los encerrados, entre los que se encontraba el histórico dirigente Sabino Euba, Pelopintxo, se produjo sin altercados.

Dos confinados

La policía impedía desde el pasado miércoles la entrada de ciudadanos españoles al interior del templo y mantenía un férreo control de quienes circulaban por los alrededores de la catedral. En el interior estaban los diez deportados que iniciaron el encierro y dos miembros de ETA a los que la justicia había confinado fuera del departamento de los Pirineos Atlánticos: Sabino Euba y Conchi Lopetegi.El grupo de 10 deportados que han regresado a Europa está compuesto por cinco procedentes de Cabo Verde, cuatro de Venezuela y uno de Argelia. Dos de éstos leyeron el pasado domingo un manifiesto en una concentración celebrada en Bruselas, en el que anunciaban su voluntad de regresar al País Vasco francés.

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Los 10 etarras que quebrantaron su situación de deportados son Patxi Hernández, Gabriel Segura, José Ignacio Arruti, KoIdo Saralegui, Josu Porto, José María Pagoaga Gallastegui, Yolanda Berruete, Mikel López, José Luis Beotegui y Rosa Alkorta. Según el Ministerio del Interior francés, "entraron irregularmente en el territorio francés" y "no respetaron una orden de expulsión en vigor", por lo que debían ser perseguidos.

Según el ministro Jaime Mayor Oreja, estas personas no ocupan cargos importantes en el aparato militar de ETA y entiende que su regreso a Europa no es más que una operación propagandística.

Las autoridades francesas tienen previsto expulsar de su territorio a aquéllos que se encuentren en situación irregular en ese territorio y entregar a la Justicia española a los que tengan causas pendientes.

En la década de los 80 el Gobierno francés expulsó a terceros países a medio centenar de activistas de ETA, algunos de ellos acusados de haber participado en atentados con víctimas. En la actualidad hay 38 etarras deportados en Cuba, Venezuela, Panamá, República Dominicana, Cabo Verde y Santo Tomé.

Herrí Batasuna aseguró ayer a través de una nota que el Gobierno se verá obligado a establecer contactos con ETA "más temprano que tarde, y a pesar de las expresiones represivas y la violencia verbal esgrimida por gobernantes y responsables políticos". HB proclamó que "se volverá a la necesaria vía de las conversaciones y acuerdos políticos". En otra nota difundida mientras se producía el desalojo, el obispo condenó la violencia "venga de donde venga", aunque también puntualizó que la ocupación no contaba con su adhesión ya que su motivo estaba lejos de ser religioso".

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Sobre la firma

Aurora Intxausti
Coordina la sección de Cultura de Madrid y escribe en EL PAÍS desde 1985. Cree que es difícil encontrar una ciudad más bonita que San Sebastián.

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