La ecografía tridimensional renueva el diagnóstico precoz en las malformaciones fetales y algunos cánceres
Expertos mundiales en Obstetricia y Ginecología han abordado estos días en Valencia los aspectos más novedosos de la ecografía (Doppler color, angiografía digital Doppler, etcétera) con especial atención a la ecograflía tridimensional, sobre la que apenas existe experiencia, pese a que se revela como la técnica que revolucionará el diagnóstico precoz de malformaciones embrionarias y fetales, además del cáncer mamario, ovárico y uterino.Especialistas del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) y del hospital Clínico Universitario, explicaron las ventajas de esta técnica en un simposio, sobre la base de los casos tratados en esta ciudad, que dispone del único aparato tridimensional avanzado que existe en España. El profesor Bonilla Musoles, catedrático de Obstetricia y Ginecología en la facultad de Medicina de Valencia y director del simposio, señaló que la tridimensión permite estudiar malformaciones que pasarían desapercibidas en una ecografía vaginal o abdominal en dos dimensiones: "El único inconveniente de esta técnica es que desde la exploración hasta almacenar las imágenes en el ordenador pasan 25 segundos. Si el embrión o la madre se mueven en ese tiempo, ya no se ve nada". Cuando el embrión mira hacia la placenta o hay escasez de líquido amniótico, los resultados son igualmente nulos, añade Bonilla.
La ecografía tridimensional (3D), trabaja sobre distintas imágenes almacenadas en dos dimensiones (con las que se hace el estudio sagital y frontal de cualquier órgano) y permite ver además el plano transversal -las tres secciones de un órgano con una misma exploración- A partir de ahí se trabaja sobre un computador dotado de un software y hardware extraordinariamente potentes, lo que evita prolongar la exploración de la paciente, ya que el ginecólogo realiza su estudio sobre imágenes grabadas, "como si fuera un informático". Con la 3D, el médico estudia la imagen de un volumen en movimiento y diagnosticar pequeñas malformaciones que pasarían desapercibidas en una exploración 2D rutinaria. "Ninguna otra técnica ecográfica muestra con tal nitidez la ubicación de un dispositivo intrauterino (DIU). Se puede ver si existen perforaciones", comenta Bonilla. "Dado que la 3D permite estudiar con rayos X todo el aparato óseo", continúa, "se abren grandes posibilidades para el diagnóstico de malformaciones óseas y craneofaciales".
Ver la cara del feto (lo que no ocurre en dos dimensiones si no está de frente) o detectar su sexo en sólo 13 semanas (frente a las 28-32 semanas de gestación que requiere la ecografía abdominal), son otras ventajas. "Y eso es muy beneficioso para las enfermedades de transmisión sexual", señala Bonilla, que acaba de ser nombrado miembro honorario de la Real Academia de Medicina de Valencia, presentará en breve en Nueva York el primer libro sobre esta ecografia.
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