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Varias residencias ofrecen plazas para ancianos donde sus familias veranean

Conseguir que los familiares de ancianos incapaces de lavarse, alimentarse y vestirse por sí mismos puedan descansar del cuidado de sus mayores, pero sin alejarse de ellos. Ese es el objetivo del programa piloto creado por las residencias del grupo empresarial SAR, con un total de 1.600 plazas y oficinas centrales en Madrid: garantizar las vacaciones de los familiares cerca de los mayores que atienden.Para ello ofertan plazas temporales en sus nueve residencias, la mayoría situadas en zonas costeras. El personal de los centros cuida del anciano para que la familia pueda descansar de una atención a menudo muy dura, sin que se produzca un distanciamiento.

Tomás Merín, director de promoción y desarrollo de SAR y ex viceconsejero de Integración Social del Ejecutivo de Joaquín Leguina, explica: "El cuidado de un anciano que no se puede valer por sí mismo es una tarea muy pesada, y quienes se encargan de ello, normalmente las mujeres, tienen derecho a tomarse unos días libres sin sentirse culpables".

Barreras arquitectónitas

"El problema es que, al llegar las vacaciones, a muchas personas les resulta muy duro dejar al mayor en una residencia y no verle en un mes", añade. "Además, muchos apartamentos y hoteles playeros tienen barreras arquitectónicas que dificultan el movimiento a los ancianos", apostilla.Respecto al problema del traslado de un anciano incapaz de valerse por sí mismo hasta lugares situados a kilómetros de su domicilio, Merín indica: "Un anciano asistido no tiene que tener necesariamente problemas de movilidad, como es el caso de personas con demencias".

En este programa están incluidas las nueve residencias del grupo, ubicadas en localidades como Valdepeñas (Ciudad Real), Castro Urdiales (Cantabria), Jerez de la Frontera (Cádiz), Fuengirola (Málaga), Alosno-Tharsis (Huelva), Barcelona, Puig-Reig (Barcelona), Alpicat (Lleida) y Sagunto (Valencia). La mayoría dispone de unas 180 plazas, de las que ya hay algunas ocupadas por internos. Las que quedan vacantes son las que se incluyen en este plan, que se gestiona desde el teléfono 431 65 10. La estancia en habitación doble cuesta unas 150.000 pesetas el mes.

En la Comunidad de Madrid, donde viven 577.342 mayores de 65 años, cada año aumenta en un 20% el número de ancianos inválidos a los que la familia ingresa en una residencia durante el periodo vacacional. En los dos últimos veranos, unos 2.000 ancianos fueron internados por un mes o 15 días mientras sus cuidadores descansaban.

La mayoría ingresa en centros privados de la región porque la oferta pública para estas estancias temporales es ínfima: apenas 200 plazas para estancias de 15 días, todas concertadas por el Gobierno regional con centros privados.

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