¡Referéndum!

Así que el servicio militar ha muerto. La historia recordará, sin duda, que, nacido de la voluntad imperial de Napoleón III, el reclutamiento que más tarde se convertiría en republicano se ha terminado por la imperiosa necesidad de la opinión de un solo hombre, el presidente Chirac. Seamos conscientes, como subraya el mismo jefe del Estado, que se trata de una decisión que compromete el futuro por mucho tiempo: merece algo más que la opción de un solo hombre, aunque sea jefe de los ejércitos. Habría merecido, y merece siempre, que se solicite a cada ciudadano dar su opinión. ( ... ) El servicio militar muere falto de medios y porque se había convertido en pura hipocresía. (...) ¿Se trata realmente de poner fin a una hipocresía? El servicio militar, de hecho, ya no era obligatorio, los ricos -por dinero, cultura, diplomas o relaciones - escapaban a su servidumbre. El servicio voluntario que le sucede puede no corregir esta situación, sino agravarla: (... ) los que aspiran a formar la élite de la nación deja rán desde ahora a los pobres el cuidado de defenderla. Un servicio voluntario, en efecto, atraerá a los que: verán en él un medio de escapar del paro. ( ... ) Una decisión que "pasa una página de nuestra historia nacional", para retomar las palabras del presidente de la República, no puede ser más que la elección de toda la nación al final de un largo debate público. Exige una votación, es decir, un referéndum.Jean-Marie Colombani

30 de mayo