La Nobel birmana desafía a los militares
La líder opositora Aung San Suu Kyi celebra en su casa el congreso de la Liga Nacional para la Democracia
La líder opositora birmana Aung San Suu Kyi desafió ayer nuevamente a la junta militar que gobierna su país y abrió su casa a los diputados y simpatizantes de su partido, la Liga Nacional para la Democracia (LND). Al menos 250 miembros de la LND han sido detenidos estos días para evitar que participaran en el primer congreso que celebra la liga desde que ganó mayoritariamente las elecciones de 1990 y los militares le impidieron gobernar."Tenemos que tener el coraje de hacer frente al reto de los intimidadores. Estoy muy contenta y satisfecha de ver a las gentes que verdaderamente tienen coraje", dijo la premio Nobel de la Paz a las más de 10.000 personas que acudieron a su domicilio.
"Mañana [por hoy] marca el sexto aniversario del día en el que el pueblo birmano fue a las urnas para las primeras elecciones democráticas en 30 años. En esas elecciones", continuó Suu Kyi, "el pueblo birmano manifestó claramente que quería cambiar la dictadura por la democracia y esos resultados no pueden dejarse a un lado porque representan la voluntad de un pueblo", afirmó la dirigente, que ha permanecido en arresto domiciliario desde 1989 hasta julio pasado. Con voz firme y desafiante, Aung San Suu Kyi aseguró que los militares podrán hacer lo que quieran, pero no podrán "aniquilar" las esperanzas democráticas del pueblo birmano.
La LND obtuvo 392 escaños de los 485 que tiene el Parlamento birmano en los comícios celebrados después de que miles de estudiantes murieran en los dos años de conflictos que provocaron la caída del régimen de Ne Win, dieron paso a las ansiadas elecciones y desembocaron en un nuevo Gobierno militar.
Suu Kyi es hija del general Aung San, un héroe de la independencia de Birmania del imperio británico asesinado en julio de 1947, seis meses antes de que se arriara definitivamente en Rangún la bandera de la Unión Jack. Volvió a Birmanía -residía en Inglaterra con su esposo y sus dos hijos- en abril de 1988 para atender a su madre moribunda, pero la dramática situación del país la llevó a ser cofundadora de la LND y a seguir los pasos de su padre en la política nacional birmana.
"Los resultados de las elecciones de 1990 continúan y continuarán siendo válidos hasta que los diputados electos se reúnan y decidan sobre el Gobierno", declaró el sábado la líder, de 50 años, a los cerca de 5.000 simpatizantes que ya se habían congregado en los alrededores de su casa.
Los analistas políticos consideran que los militares convocaron las elecciones con la esperanza de que ningún partido obtuviese una mayoría suficiente piara gobernar el país, que cuenta con 45 millones de personas. De éstos sólo el 65% son birmanos, los demás pertenecen a las etnias karen, shan, kachin, chin, kayá, mon, arakán, india y china.
El gobernante Consejo para la Restauración del Orden y el Gobierno de la Ley (CROGL) emitió ayer un comunicado en el que indicaba que no ha detenido a los miembros de la LND, sino que simplemente los ha retenido para interrogarles y evitar la "anarquía" que puede desatar el congreso de un partido.
A pesar de la actuación del CROGL -sólo pudieron asistir a la reunión 20 diputados electos-, ni militares ni policías irrumpieron en la casa de Aung San durante la primera jornada del congreso, que está previsto que dure tres días. La única vigilancia visible era la de los agentes secretos.
Aung Shwe, presidente de la LND, declaró que la agenda del congreso había cambiado debido a la detención de la mayoría de los congresistas. Según Shwe, estos tres días se aprovecharán más que para celebrar un congreso para instaurar un ciclo de conferencias de la LND hasta la llegada de la democracia.
"El pueblo de Birmania ha sufrido mucho por la falta de derechos democráticos. Por ello, la LND ha decidido incrementar sus acciones para satisfacer el deseo de la gente de reconciliación nacional", agregó la líder Aung San Suu Kyi.
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