Los grandes bancos pugnan para prestar 40.000 millones al nuevo metro

La oposición regional criticó la adjudicación del concurso a los dos bancos privados por entender que Cajamadrid, que regala hasta 5.000 millones de pesetas al año a la Comunidad para distintos programas sociales y culturales, tendría que haber sido la entidad elegida.El PP se defendió con un argumento en las sesiones parlamentarias de la Asamblea de Madrid donde se discutió el asunto. Las mejoras ofrecidas por los dos bancos privados eran muy superiores a las que garantizaba Cajamadrid en su propuesta, dijo Beteta. Ahora vuelve Cajamadrid a la competición entre bancos para conseguir un goloso contrato regional cuyo negocio consiste en el préstamo de 40.000 millones de pesetas para hacer las obras del nuevo metro.

La operación financiera que devolverá liquidez a los gestores de Obras Públicas y Transportes ha destapado ya las primeras suspicacias.

Jaime Lissavetzky, portavoz socialista, teme que las condiciones del crédito permitan al actual Gobierno, del PP, trasladar el pago del préstamo al año 2000. "Si la devolución del principal se aplaza hasta dentro de varios años, las obras del Metro de Ruiz-Gallardón las tendrá que pagar el próximo Gobierno que salga de las elecciones de mayo de 1999. Con una deuda tan enorme, la capacidad de actuación de ese futuro ejecutivo será nula pues tendrá que dedicar una gran parte de sus presupuestos a amortizar el capital pedido ahora".

Antonio Beteta, consejero de Hacienda del Gobierno regional, tranquiliza a la oposición. "Empezaremos a devolver el préstamo el próximo año. Meteremos en el presupuesto el dinero necesario para hacerlo".

Los socialistas insisten en que el próximo año. "probablemente" sólo se paguen los intereses del crédito con dinero de los presupuestos regionales. Pero no el capital principal. La polémica se ha despertado antes de que el Gobierno regional decida en qué bancos va a solicitar el préstamo.