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Algas en el lago

El estanque de la Casa de Campo sufre la invasión de plantas acuáticas, que ya recubren un tercio

El lago de la Casa de Campo no levanta cabeza desde que el pasado 24 de junio se fuera Manzanares abajo, desbordado por una gran tromba de agua. Desde entonces, nada ha vuelto a ser lo mismo. Si fuera un circo, le crecerían los enanos. Como es un estanque, le crecen las algas.Una gran capa verde brillante cubre algo más de la tercera parte de su superficie: La explosión ha sido en esta última semana, pero el encargado del mantenimiento de la depuradora asegura que hace un mes vio los primeros brotes y cursó el correspondiente aviso al departamento de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Madrid. No hubo contestación.

Ocho operarios, que trabajan para la empresa subcontratada por el Ayuntamiento para el mantenimiento de fuentes y estanques en Madrid, se afanaban el viernes para sacar con redes las algas que invadían toda la zona cercana al embarcadero, junto a cuyas amarras cuatro barcas rojas apenas se movían, cercadas por el manto verde.

Era su segundo día de trabajo metidos hasta la ingle, protegidos por botas altas; en el agua tibia cuya profundidad es de unos 50 centímetros. Todos miraban desesperanzados la inmensa tarea que les aguarda: "Parece como si lo que sacamos volviera a salir a las dos horas, es como tejer y destejer", dijo uno de ellos. Pero no se acordaban tanto de Penélope como del deporte. "Esto parece un campo de fútbol", zanjaba un operario a la vista de la extensión de aguas verdes.

"La principal causa es el calor, acompañado por las cada vez más largas horas de luz solar, y también que este año, por primera vez, se ha llenado con agua del arroyo de Meaques, que desemboca en el lago y lo ha llenado de millones de esporas de las que han germinado las plantas acuáticas", explicó el jefe de la sección de Fuentes del Ayuntamiento de Madrid, Francisco de Santiago.

Hasta la inundación de junio de 1995, el agua del lago de la Casa de Campo provenía del Canal de Isabel II. El líquido llegaba tratado con cloro y otras sustancias para hacerlo potable. Según De Santiago, las algas aparecidas pertenecen a la especie clodófora, que crece con forma de manojos que se hilvanan entre sí.

La solución de vaciar el estanque y limpiarlo de nuevo, como se hizo el año pasado, no es posible, porque aún no han comenzado las obras del colector que llevará sus aguas, de forma ordenada, hasta el Manzanares.

Así las cosas, el lago tardará en recobrar su vida anterior, cuando los madrileños acudían en busca de solaz y paseos en barca, y los piragüistas se entrenaban en sus aguas. Ahora las algas son las únicas que disfrutan del estanque.

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