La PoIicía detiene a siete jóvenes por su implicación en el crimen de Arganzuela
La investigación del crimen de Arganzuela dio ayer su primer paso. La Policía Judicial detuvo a ocho jóvenes -cinco españoles, un peruano y dos marroquíes- por su presunta participación en la reyerta que acabó en la madrugada del pasado miércoles con la vida David Afonso Correira, de 17 años. Todos los detenidos, excepto uno -que fue puesto en libertad-, reconocieron su participación en la riña que se desató en un ferial instalado con motivo de San Isidro en el parque de Arganzuela.Las primeros datos policiales apuntaban anoche a que el autor de la puñalada mortal no figuraba entre los detenidos. La policía, con todo, confiaba en identificarle a partir de las declaraciones.
Aunque el grado de implicación de los siete jóvenes no se determinó con exactitud, fuentes policiales les vincularon, en una primera hipótesis, con las dos pandillas que participaron en la multitudinaria pendencia contra David y sus amigos. Así, los dos magrebíes pertenecerían supuestamente al grupo que inició la discusión al quitarle 500 pesetas a una amiga del fallecido; y los otros cinco arrestados, al grupo que, navaja en mano, se abalanzó presuntamente contra la víctima y sus amigos, una vez desatada la pelea. La relación entre ambas pandillas era uno de los puntos que los agentes trataban de establecer anoche en los interrogatorios efectuados en las dependencias de la Brigada Provincial de Policía Judicial. La posibilidad de que alguno de los detenidos fuese nacional-bakaladero, como señalaron dos testigos el día los hechos, fue nuevamente negada por la policía.
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David entra en la pelea
La mayoría de los detenidos por la muerte de David son de Lavapiés
Fue entonces cuando David y el resto de sus amigos, que hasta entonces no habían intervenido, se lanzaron en defensa de los compañeros que estaban en la cazuela loca. Las tres pandillas en liza sumaban unos 30 jóvenes. En el torbellino de golpes, David se vio rodeado por seis jóvenes, que antes de apuñalarle en el corazón le golpearon con saña. Luego se dieron a la fuga, algunos en moto.Sobre la arena del parque quedó tendido, con un certero navajazo en el pecho, David Afonso. A su lado yacían otros dos compañeros, heridos leves. David murió a las dos horas de ingresar en el hospital. La confusión de la pelea multiplicó los testimonios contradictorios sobre la misma. Este hecho fue esgrimido por la policía como uno de los principales escollos de la investigación.
Con todo, la policía consideraba ayer que los detenidos, al haber confesado su participación en la reyerta, son imputables. De hecho, en las riñas tumultuarias, en las que se desconoce quién es exactamente el autor material del delito, la ley ofrece la posibilidad de que los participantes en el ataque sean inculpados por "cooperación necesaria".
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