_
_
_
_

Proliferan las paradas ilegales de taxis junto a grandes comercios, bingos y hoteles

La escasez de trabajo, la madre de todos los males. Y son bastantes los que aquejan al sector del taxi. Los conductores piden a gritos una reconversión que retire un tercio de las 15.500 licencias. Mientras, proliferan las paradas Regales ante grandes comercios, hoteles o bingos, y los altercados con los policías municipales menudean. En los cuatro primeros meses de este año, los profesionales del volante han recibido 1.913 sanciones por incumplimiento de la normativa del sector. Sólo en Barajas cosechan más de 300 multas mensuales, según el Ayuntamiento.

Carril-bus de la calle de la Princesa, semiesquina a la plaza de España. Daniel V ha instalado ahí su taxi. "Sé que estorbo, pero qué voy a hacer... He ido de Puerta de Hierro a Cuatro Caminos sin cargar. Si sigo andando, sigo gastando, y la parada nuestra está llena", se justifica. A los pies del edificio España, los taxis rebosan con creces la parada legal y doblan el esquinazo de la calle de los Reyes.Daniel está ojo avizor. "Si viene el guardia hay que salir zumbando". Pero no viene, y él zanja la conversación porque llega una clienta.

El agente municipal está en la otra esquina de la plaza. De vez en cuando echa un vistazo a la parada, donde los taxis triplican su espacio reservado. "Mientras no estorben ...", dice. Y es que el grado de estorbo es el criterio que suelen seguir los policías municipales a la hora de actuar contra los taxistas mal estacionados.

"Es que a veces no damos abasto", se lamenta el agente. Frente a sus narices, en el lateral de la cuesta de San Vicente, se acaba de instalar otro taxi. La enésima parada ilegal de la jornada. Este conductor, que justifica el aparcamiento por el dolor que le causan "las almorranas", tiene el tiempo justo de afirmar: "Los municipales son más duros con nosotros que con los particulares". Un cliente acepta su oferta -"¿Quiere taxi?", le vocea-. El hombre olvida su incómodo mal para sentarse de nuevo al volante. "Escasea tanto el trabajo...", se despide.

Y Camilo Chousa coincide. "Llevo 40 años en el taxi y nunca estuvo la cosa tan mal", asegura, bien aparcado, junto a la Puerta del Sol. Esta plaza es una de las zonas favoritas para establecer paradas ilegales Reúne el principal requisito para ello: mucho público. Amén de Sol, la calle de Sevilla, las esquinas de Gran Vía y la plaza de España son puntos cotizados para las paradas ilegales. Igual ocurre junto a grandes comercios -cada edificio de El Corte Inglés suele estar rodeado de una corte de taxis fuera de su espacio reservado-, hospitales y hasta bingos.

¿Cómo resolver este problema que ha llegado a provocar incidentes, como el cierre del aeropuerto de Barajas el pasado viernes por los taxistas? "Con más trabajo", responden los profesionales. Los clientes escasean por la mejora de los transportes públicos y el aumento de coches particulares, razonan; Ayer el alcalde, José María Álvarez del Manzano, declaró que "es necesario poner orden en el aeropuerto" en referencia a la protesta de los taxistas por la detención de un compañero, informa Efe. "Es un colectivo extraordinario; siempre han encontrado mi apoyo", pero añade que no lo tendrán quienes "no sepan comportarse ordenadarnente".

El bálsamo reconversor

Tanto la Asociación Gremial del Taxi como la Federación Profesional del Taxi, piden la reconversión del sector. Calculan que sobra un tercio de las 15.500 licencias, pese a que no se concede ninguna desde 1977. Los dirigentes de ambas, Eladio Núñez y Tomás Aparicio, están a la espera de conocer el libro blanco del sector que ultima el Ayuntamiento.Pero no todo son libros blancos: también los hay negros, como los de las multas de los agentes. En 1994 impusieron 3.266 sanciones a taxistas por el inclumplimiento de su normativa específica (la cifra no incluye las multas de tráfico). En 1995, cuando hubo una inspección especial de febrero a mayo en el gremio, las multas ascendieron a 6.616, y los 4.970 controles arrojaron 2.677 denuncias para 1.631 vehículos, principalmente por problemas en la documentación del coche o del conductor, según la Policía Municipal. Para los taxistas, un grave problema es el intrusismo. "Hay unos 3.000 conductores intrusos, que no pagan Seguridad Social; suelen ser policías o bomberos", dicen las asociaciones.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_