Japón muestra su arte floral del 'ikebana' en el Jardín Botánico
Nacido en Oriente e inspirado en la naturaleza. El ikebana, una palabra japonesa que significa arreglo floral, es un arte tradicional que vio la luz en los altares budistas para, con los años, viajar de los templos a los hogares nipones. Ahora pretende también cruzar fronteras. Con esa idea se creó hace un lustro la Asociación Ikebana de España, que, con lkebana Internacional, organiza, del 17 al 21 de mayo, una exposición en el pabellón Villanueva del Real Jardín Botánico de Madrid para acercar esta tradición japonesa a los madrileños.
La muestra ofrece un recorrido por las distintas escuelas de este arte, caracterizado por la sobriedad y sutileza con que combina las formas y colores de las flores, ramas y otros elementos vegetales y minerales. A los ojos de un profano, las creaciones pueden parecer que persiguen sin más un efecto estético, meramente decorativo.Pero, Djadja Carriedo, profesora y vicepresidenta de la asoclación española de ikebana, rompe esa idea al hablar del simbolismo que encierran todos los arreglos.
Cielo y Tierra
"Siempre son composiciones triangulares con formas que representan el cielo, la tierra y el hombre, y en ellas tiene más importancia el vacío que las rodea que los elementos que la forman", explica. Un arte que constituye una expresión de la mística oriental mediante la combinación de elementos naturales.Aunque existen reglas fijas, como la disposición triangular de la obra y el número impar de flores o ramas que la componen, el ikebana está, como todas las artes, en una constante evolución fruto de la investigación de nuevas formas. Dentro de sus tres escuelas principales, ohara, la más lírica, que recuerda a las pinturas de los biombos y utiliza flores representativas de cada estación; ikenobo, la más antigua, y sogetsu, la más vanguardista, se dan múltiples versiones libres.
Al uso de flores de todo tipo y otros elementos naturales se añaden, en los últimos tiempos, soportes y piezas plásticas y metálicas de nuevo cuño. Las piezas expuestas han sido diseñadas por profesores y alumnos de las asociaciones española e internacional de ikebana.
Arte guerrero
"Queremos que, a través de ellas, los madrileños conozcan algo más de la cultura japonesa", afirma Carriedo, nacida en las Islas Filipinas e iniciada en París en las técnicas del ikebana."Aunque sorprenda, este arte fue desarrollado en la antigüedad por los samurais", añade, haciendo añicos el estereotipo de los ancestrales guerreros nipones.
Este arte milenario se remonta al siglo VI. "En la actualidad está algo en retroceso, quizá porque, como todo, tiene que evolucionar, pero siguen existiendo numerosas escuelas de ikebana en Japón y en Londres o París", concluye Carriedo.
No es la primera vez que el Real Jardín Botánico acoge una exposición de ikebana. Hace dos años, el pabellón Villanueva albergó otra muestra similar.
Exposición de ikebana. Del 17 al 21 de mayo, en el pabellón Villanueva del Real Jardín Botánico de Madrid. Plaza de Murillo, 2. Metro de Atocha. De 10.00 a 20.30 horas, incluidos los festivos. La exposición es gratuita, pero hay que pagar la entrada al Real Jardín Botánico.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.