HB advierte que el futuro de Ortega está vinculado a la situación de los presos

Herri Batasuna ha condicionado el final del secuestro del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara a que mejore la situación de los presos de ETA. Cuando se producía esta advertencia, representantes de las instituciones y de los partidos vascos se unían a las movilizaciones organizadas ayer dentro y fuera del País Vasco en solidaridad con Ortega, de cuyo secuestro se cumplen hoy 121 días. Comisiones Obreras, UGT y CSIF han convocado a los 250.000 funcionarios de Andalucía para que mañana asistan a las concentraciones silenciosas previstas en la región.

Vitoria, Bilbao, Logroño, Salamanca, Burgos, Soria y Las Palmas fueron ayer escenario de actos de solidaridad con el funcionario de prisiones secuestrado. Su gesto, sin embargo, tuvo inmediata respuesta por parte del entorno de ETA. Los parlamentarios de HB Karmelo Landa e lone Goirizelaia vincularon claramente la suerte de José Antonio Ortega a las mejoras que aplique el Gobierno a los 500 presos etarras recluidos en cárceles alejadas de Euskadi. "Está claro y cualquiera sabe que no se resolverá [el secuestro] hasta que no se haga algo en favor de los presos", declaró Landa en el Parlamento vasco, en Vitoria. "Las dos situaciones", añadió, "están unidas".Los presidentes de los Gobiernos de La Rioja, Pedro Sanz Alonso; y de Castilla y León, Juan José Lucas; los miembros de la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento vasco; la eurodiputada socialista Francisca Sauquillo y unos dos mil universitarios se unieron a los compañeros de Ortega en su concentración de cinco minutos de los miércoles ante la cárcel de Logroño. También participó Raquel Cordón, hija del empresario aragonés Publio Cordón, secuestrado por los GRAPO hace 324 días.

En la cárcel alavesa de Nanclares de la Oca, también apoyaron con su presencia a los funcionarios de prisiones representantes de numerosas instituciones y organismos de Euskadi. El viceconsejero de Seguridad del Gobierno autónomo, José Manuel Martiarena, aprovechó para responder a las críticas que recibió su Gobierno por no mantener las concentraciones que celebraba los lunes tras la liberación de José María Aldaya. "Fueron un poco precipitadas, porque no se puede dudar que en Gobierno vasco hay mucha sensibilidad hacia esta situación, expresión del ejercicio de fuerza que se está haciendo sobre el país, sus ciudadanos y vecinos".