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Los papeles de Perote cuestionan la versión oficial del 'caso Zabaltza'

Los papeles incautados al coronel Juan Alberto Perote, ex jefe de la Agrupación Operativa del Cesid, en su celda de la prisión militar de Alcalá de Henares (Madrid) dan cuenta de que la versión oficial sobre la muerte de Mikel Zabaltza fue fruto de un montaje urdido por los responsables policiales.

Según los documentos requisados por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, Zabaltza, detenido como sospechoso de pertenecer a ETA, no murió ahogado en aguas del río Bidasoa cuando trataba de huir de los guardias que le custodiaban.

La versión oficial estableció entonces que el 26 de noviembre de 1985, Mikel Zabaltza, de 32 años, conductor de autobuses de San Sebastián, desapareció en el Bidasoa tras propinar un patada en los testículos al agente que le vigilaba, cuando ambos se dirigían a localizar un supuesto depósito de armas de ETA.

Esa versión fue ratificada en un fallo judicial sustentado en los resultados de la autopsia practicada al cadáver, que apareció flotando en aguas del Bidasoa 19 días más tarde.

Posteriores testimonios atribuidos a guardias civiles que es tuvieron destinados, en la 513 Comandancia de la Gurdia Civil (Guipúzcoa) apuntan a que Mikel Zabaltza murió en el cuartel de Intxaurrondo víctima de la bañera, tortura que consiste en la inmersión de la cabeza del detenido en un líquido. El caso ha sido reabierto y los forenses revisan actualmente las pruebas y análisis de las autopsias practicadas en su día.

El 'caso Urigoitia'

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En los escritos incautados en la celda de Juan Alberto Perote se alude asímismo a la manipulación de las pruebas judiciales en el caso de Lucía Urigoitia, activista del comando Donostia que falleció el 22 de julio de 1987, víctima de un disparo realizado a quemarropa en la parte posterior de la cabeza cuando se encontraba caída en el suelo gravemente herida por un disparo anterior.La manipulación y sustitución de las pruebas periciales fue supuestamente realizada por el comandante José Ramón Pindado, con el propósito de exculpar a los agentes de la Guardia Civil que participaron la operación.

A la vista de estas referencias, la acusación particular, que ejerce en nombre de las familias de esas dos víctimas el abogado Iñigo Iruin, ha pedido al juez Baltasar Garzón que remita a los juzgados donostiarras que investigan ambas muertes testimonio de aquellas partes de los documentos incautados a Juan Alberto Perote en los que se alude a Zabaltza y Urigoitia.

El juez que instruye este último caso ha solicitado ya al ministro de Defensa, Eduardo Serra, la desclasificación del documento del Cesid, supuestamente sustraído por Perote y reproducido por El Mundo, en el que se alude a la manipulación de pruebas en la muerte de Urigoitia. Este documento ya le fue negado por el anterior Gobierno.

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