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GENTE

ARRUINADO POR LAS LÍNEAS ERÓTICAS

Vive solo y acaso por eso buscó compañía. Pero le ha salido caro. José Antonio Fernández, 37 años, vecino de la localidad de Castañedo, en el municipio asturiano de Belmonte, que sobrevive en condiciones de pobreza, con el único auxilio de una pensión de la Seguridad Social, adeuda a la Compañía Telefónica 4,6 millones de pesetas por llamadas realizadas a las líneas eróticas. Hijo extraconyugal, nunca reconocido por su padre, que en la actualidad cuenta con 80 años, y aquejado de una dolencia psíquica desde la adolescencia, Antonio se aficionó a los teléfonos eróticos, asegura, a principios de año, mientras cuidaba a su madre, inválida, y fallecida el pasado mes de febrero. Para abonar las crecientes facturas telefónicas recurrió a un préstamo bancario, por lo que ahora también tiene retenida su pensión. Cuando le cortaron el servicio telefónico adquirió un teléfono móvil, al que también la compañía acabó cortándole el servicio. Ahora le reclama el pago de lo adeudado.- ,

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