Tras la rabia
Pasado el momento inicial de rabia, desconfianza e impotencia que me causó el robo de mi bolso, el domingo 21 de abril, a las 15.00 horas, en un local de la calle de la Princesa, de Madrid, he decidido escribir estas líneas, que pueden ser de utilidad para otros ciudadanos que quieran reflexionar conmigo.Me hago cargo de la parte de responsabilidad propia, incrementando las condiciones de autocuidado necesarias, pero necesito expresarme sobre la corresponsabilidad de otras personas en el tema de nuestra inseguridad y desprotección:
Los responsables del establecimiento: en el instante de mi robo estaban revisando los servicios, a ver si encontraban el bolso de otra persona que había sido robada con apenas unos minutos de antelación.
Según expresó su gerente: "Con los ladrones conocidos podemos, con los nuevos no; vimos un movimiento raro, pero no pudimos, ni podemos, hacer nada".
Los agentes de la Policía Nacional: que habiendo recibido siete denuncias de robos en el mismo local y en el mismo día, sólo son capaces de desplegar sus coches y sus agentes, después de la séptima denuncia y argumentar que "la ley española es una de las más progresistas de la Unión Europea".
Llegada la noche comenzaron a revisar papeleras y contenedores para rescatar billeteros, documentos y tarjetas de crédito.
A un cerrajero que se avisa en la página 478 de la guía (teléfonos 91 547 95 04 y 544 11 55): que especulando con mi necesidad urgente de cambiar la cerradura de mi domicilio me presupuesta una cifra de 18.000 pesetas más IVA, un trabajo que la cerrajería (91 526 32 84) realizó en cinco minutos por 8.950 pesetas.
Las personas que comentan por comentar: ciudadanos de una sociedad democrática que comentando el hecho expresaron: "Seguramente eran unos peruanos, y así, rubia como tú eres, te seguirán robando".
Es entonces cuando me pregunto: ¿es verdad que no podremos hacer nada?
¿Sólo se pueden revisar contenedores y papeleras una vez que se han recibido siete denuncias?
¿Es esto lo progresista de la ley?
¿No hay nada que hacer para evitar que todo esto suceda?
¿Puede haber una cerrajería que especule así con nuestras urgencias?
Ni todos los latinoamericanos vinimos a España a robar ni todas las personas rubias, debemos ser robadas.
Cuando solicité mi nacionalidad española soñé que me concedían entonces el derecho a la seguridad.
Que no se instale la desconfianza estructural.
Si esto sucediera es que hemos perdido otra vez los esperanzados.-
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