Los inversores vinculan la entrada de Portugal en la UEM al éxito de España

REUTER Haciendo oídos sordos a las quejas del Ministerio de Finanzas luso, los inversores continúan vinculando las posibilidades de Portugal de participar en la moneda, común con lo que suceda en España. Cuando el jueves pasado el, Gobierno del PP cuestionó el calendario previsto para la unión, económica y monetaria (UEM), no sólo sufrieron la peseta, la deuda y la Bolsa españolas: los mercados portugueses se vieron arrastrados en la caída.

Las declaraciones del máximo responsable de Economía español, Rodrigo Rato, sobre la conveniencia de retrasar el reloj de la UEM para que participen en ella más países, que luego fueron matizadas, se entendieron como una indicación de que España podía relajar su consolidación fiscal. Y si España no cualifica para la unión monetaria, piensan los analistas, Portugal tampoco. De nada sirvió la declaración del Ministerio de Finanzas recordando que la economía portuguesa está más cerca de la convergencia que la española. Los inversores no creen que si España queda fuera, Portugal entre en una moneda común fuerte que perjudique al comercio con su principal socio.